El día de la Mujer

…Si te pegan un palo no llores Lola
vale más llevar palos que dormir sola. Eres, eres
eres como la alpispa junto a la Sieca…
La alpispa de Néstor Álamo.

Cuando yo era pequeña existía un periódico que se llamaba “El Caso” y recuerdo que un día apareció una noticia que me quitó el sueño durante mucho tiempo. Estaba aterrorizada.

La crónica hablaba de un padre de familia, al parecer un dechado de virtudes, que sin saber el por qué había matado a sus tres hijos y a su mujer, que dormía plácidamente en su cama. Los había matado con un hacha.

Aquellos hachazos sonaron en mi cabeza, en mi conciencia, durante mi niñez. Estallaron en un miedo absurdo hacia todos los padres, hacia todos los hombres. Poco a poco me fui calmando, hablaba con mi padre, jugaba con él. Me enseñó a desenterrar miedos, tesoros. Me entendía, respetaba a mi madre, compartía cosas con los amigos. Supo disipar mi intranquilidad de tal forma que su ejemplo me ha servido para mantener una conversación ininterrumpida con el mal llamado sexo fuerte, a comprenderlos.

La mujer por instinto da, nutre, acepta. Ha sido el eje de las relaciones, obligaciones y actividades del día a día. Se podría decir que es el principal sujeto de la creación, de la humanidad.

El próximo día 8 se celebra el Día Internacional de la Mujer, en un día de reivindicación y lucha hacia la igualdad de los derechos y oportunidades con los hombres. Lo malo es que mientras haya que diferenciar a las mujeres por la lucha, por los derechos… estaremos en desventaja.

Además no debemos olvidar que ya desde la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a las guerras. En la Revolución Francesa las parisienses que pedían “libertad, igualdad y fraternidad”, marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.

Estas reflexiones vienen a cuento porque la violencia doméstica, machista o de género, da igual el nombre, no se erradica, está a la orden del día. Parece que se apoya en una malentendida memoria histórica, donde las mujeres podían ser castigadas por los hombres si éstas los miraban a la cara o le hablaban sin su permiso, o que golpear a una mujer era motivo de orgullo, pues así ellos demostraban su superioridad.

La violencia contra las mujeres es la violación de los derechos humanos más universales.

Dice el Fondo de las Naciones Unidas que una de cada tres mujeres en el mundo ha sido golpeada, violada o padecido algún tipo de abuso. Y lo más sorprendente es que los países con mayor número de asesinatos de mujeres por sus parejas o ex parejas son los más civilizados y desarrollados de Europa: Finlandia y Suecia.

Sabemos que la conquista de la Igualdad de derechos y oportunidades no ha dejado de avanzar, pero a los resultados me remito. Queda mucho por hacer. Por eso en estos días en que los políticos hablan y hablan, prometen y prometen, deben tener presente que las leyes, la seguridad e independencia económica no es suficiente, no solucionará el problema. Yo creo que la verdadera solución tendrá que ir acompañada de una educación en valores de respeto y de igualdad entre los sexos. Una educación que parta del seno familiar, de la escuela. Una educación donde toda la sociedad esté comprometida.

Autora: Rosario Valcárcel

4 comentarios:

Roberto Samper dijo...

En lo que llevamos de año puede que llevemos 16 muertes debido a la violencia de género. Como dices queda mucho camino por recorrer, y si bien yo no estoy del todo de acuerdo en considerar ese tipo de crímenes diferentes a cualquier otro (ya que opino que la propia distinción hace poco por la integración), lo cierto es que mientras se produzcan la sociedad tendrá mucho que aprender, pues tal como concluyes, el único modo de acabar con este mal es la educación.

Queen Galadriel dijo...

Querida Rosario:
Con este tema, tocas mi vena sensible. Los que me conocen saben que me considero feminista. Y feminismo significa igualdad, no la supremacía de la mujer, como quieren entender algunos.
Hombres y mujeres somos diferentes por naturaleza, geneticamente, y quien lo niegue se equivoca. Lo que reivindicamos las feministas es la igualdad de derechos y oportunidades, y -como bien dices- queda mucho camino por recorrer. Las estadísticas dicen que las mujeres seguimos cobrando menos que los hombres ocupando mismos cargos (hasta un 50% en casos disparatados), que lo tenemos mas crudo para ascender en el trabajo, que una de cada tres mujeres ha sufrido acoso sexual en algún momento de su vida, que los despidos laborales femeninos son más frecuentes aun habiendo mismo número de candidatos al despido, que los datos de violencia de géneros son abrumadores y los teléfonos de atención a la maltratada se colapsan...
Por supuesto que es un problema de educación; de educación y social, que significa de todos. Desde la abuela, hasta la vecina, del panadero al primito de 6 años, del jefe de la oficina al chófer de la guagua.Creo que todos son culpables de que la discriminación sexista exista, porque muchas veces, sin darnos cuenta la tomamos como algo normal, y no debe ser así. Debemos reivindicar, igual que se juzga al ladrón, el respeto y tolerancia hacia la mujer en cualquiera de nuestras conversaciones cotidianas. Porque si conseguimos eso, muchos otros campos sociales amainarán su tempestad. Vivimos en una sociedad desordenada que no encuentra las riendas, y estoy segura de que si conseguimos esta clave, poco a poco iremos asumiendo muchas otras.
Para terminar, quiero hacer mención a Cristina Espínola, una grancanaria, que al sentirse tremendamente discriminada por la sociedad decidió recorrer el archipiélago canario en bicicleta como modo de protesta, de esta travesía del año 2005 surgió su libro "Sola", que es un diario que narra sus pensamientos y conversaciones con la gente que fue encontrando a su paso.
Este comentario se lo quiero dedicar, al igual que hizo esta aventurera escritora conmigo, a todas las mujeres que corren con lobos.
Un beso enorme!

Anónimo dijo...

Un comentario inteligente, bien elaborado sobre un tema de mucha actualidad que por desgracia no es sólo de España sino del mundo. Está muy bien llevado el artículo de Queen Galadriel, especialmente cuando señala que vivimos en una sociedad desordenada, vertiginosa, que no se encuentra a sí misma. ¿En qué editorial se publicó el libro "Sola"? En fin: enhorabuena a la autora.

Anónimo dijo...

De acuerdo totalmente con los comentarios expuestos mas arriba. Y especialmente con uno, el asesinato de genero es exactamente igual de malo que cualquier otro crimen, no hay distancias entre crimenes de esa naturaleza o brutalidad, todos tienen el mismo nivel de maldad y crueldad.

Y esto no cambiara, como dice Galadriel, mientras exista esta sociedad corrompida y desorientada. Esto no solo ocurre en el oriente mas extremista donde las mujeres son obligadas a llevar velo , a ser esclavas y a incluso ser lapidadas por quien sabe que dantescas razones, sino que ocurre en nuestra sociedad actual mal llamada " avanzada y desarrollada". Mientras existan un grupo de gilipollas y descerebrados que traten a sus feminas como objetos o esclavas, esta sociedad distara mucho de ser minimamente avanzada y desarrollada.

By Mister Lennon.