Colaborando con La Mirada Sucia

Desde hace algún tiempo colaboro con el programa de Radio La Mirada Sucia que se emite en radio la Granja, en el 102.1 de la FM de Zaragoza. Se trata de un magacine cultural que pueden seguir desde la web oficial del programa www.lamiradasucia.com, suscribiéndose al podcast, escuchándolo en directo o cuando se actualiza el blog, que normalmente suele ser los días siguientes a cada edición. Mi sección concretamente es la de Cine: "Ficción, Sombra e Ilusión", pero cualquiera de las partes del programa es recomendable, ya que solemos tratar un tema común desde diversos puntos de vista y diferentes campos de la cultura, como la Historia, la Antropología, el Arte, la Poesía o el cine. Les recomiendo a todos los que seguían este blog ese programa, que lleva ya cinco temporadas de andadura, aunque yo sólo haya colaborado en las últimas dos.Autor: Roberto Samper

Leer más...

Blues de niebla y Luna

Todo lo arrastra y pierde este incansable
hilo sutil de arena numerosa.
No he de salvarme yo, fortuita cosa
de tiempo, que es materia deleznable…

Jorge Luis Borges


Los antiguos romanos vivían un promedio de 22 años. En la actualidad la esperanza de vida para un ciudadano del mundo es de 75 años, desde un mínimo de 38 en Sierra Leona hasta un máximo de 85 en Japón. La edad es un concepto nebuloso. Y el tiempo lo hemos convertido en la civilización actual en un dios.

El tiempo considerado como paraíso perdido, como una infancia nunca recuperada, sigue siendo ese ser superior y misterioso al que todos rendimos culto, al que todos queremos cantar. “Se canta lo que se pierde” decía la canción que Machado quería enviar a Guiomar. Quizás sea porque cantar lo que se tiene indica conformidad con el propio destino y la conformidad siempre es mala consejera.

En Blues de Niebla y Luna, Jorge Batista nos sigue hablando del transcurrir del tiempo, de la fugacidad de la vida, de ese símbolo que nos hace recapacitar en las viejas diosas, tejedoras del destino; en las Parcas que controlaban con sus manos la vida de los mortales. Así al abrir el libro se puede leer una cita del propio autor “No somos otra cosa que el tiempo que se fue”. Esa reflexión en su escritura podría indicarnos el vértigo de lo irrecuperable, indicarnos que asume sin consuelo el rostro de un tiempo que nos derrota. Podría indicarnos que la vida se convierte en memoria perdida.

La palabra Blues hace referencia a la tristeza, a los espíritus caídos. Pero felizmente Jorge Batista tiene una personalidad revoltosa y tierna como él mismo se define, y eso lleva a que nos conduzca de lo real a lo ilusorio, que se sitúe en los fondos del dolor del ser humano, en sus penas personales. Su obra literaria se corresponde con las pasiones que genera, con los desasosiegos que lleva dentro, con el amor familiar… Tanto que en algunos de sus relatos se puede descubrir huellas autobiográficas. Leo:

….Ahora me mancho los dedos con los mocos de mis hijos, con los restos de chocolate de sus labios, con el pelaje embarrado de Sam cuando se revuelca en los charcos que el invierno deja entre los pinos de La Esperanza, con el tizne de los periódicos que me muestran un mundo que no me gusta y con lo más íntimo de la mujer que me quiere… Del relato “Defensa de los dedos sucios”

Rastrea en la música que escuchamos y en la que olvidamos, en los seres felices e infelices, en la pasión del amor y en el trauma de la muerte, en la luz y en las tinieblas. En ese mundo de la noche de los tugurios y las tascas.

…Mientras en el habitáculo que me transporta vuelan al aire notas de rock & roll, aquí hay mujeres que lloran y se abrazan. Hombres que se dan la mano en silencio y hablan de lo inevitable del marchar… Del relato “Puntos de Fuga en la noche”.

Sabe transmitir los momentos duros que le ha tocado vivir, el hastío hacía las cosas de este mundo. Se querella con sus propios demonios interiores con una mezcla de melancolía y crudeza. Le gusta jugar al desconcierto, pero siempre acompañado de su música, del blues, del jazz, del country o el rock and roll, protagonistas de sus relatos.

Blues de Niebla y Luna es un libro escrito con un buen manejo del lenguaje. Su palabra nos recuerda la letra de esas canciones negras y espirituales que están en el origen del jazz, y que son la expresión del sufrimiento, del quejido, de las catacumbas del alma y de los escondites del corazón. Una lúcida creación del mundo contemporáneo, entretejido con añoranza y melancolía. Blues de Niebla y Luna lo ha editado Anroart, con una portada como tenía que ser, de color azul. Contiene unas lindas ilustraciones realizadas por dos niños Jorge y Pablo, sus hijos.

Divide el texto en dos partes: en la primera parte el autor exprime historias, y nos presenta instantáneas, pequeñas piezas, como flashes, en donde indaga en el destino, en los laberintos de la memoria, en el lado ilógico de la existencia. Configura en nosotros ternura, comparte situaciones y emociones con un toque surrealista como en el relato “Solemne paz para dedos tiznados”. Leo:

…Páseme el periódico si ya ha terminado. Aquí lo tiene. Gracias. Y las páginas caminaban de atrás hacia delante como caminan las estaciones y los años en sentido inverso…

En la segunda parte arma historias más largas, ingeniosas, simbólicas. Como “El erudito orgánico” o “Cuando Jeffrey Stano no pudo encontrar su conciencia”. Leo un fragmento de éste último:

… Siempre en busca de su conciencia fue sumando caminos, geografías y muerte a su existencia. Aislados bosques, pueblos en medio de desiertos, morbosos entornos, clubes sáficos, burdeles, siniestros callejones, incautas autoestopistas… y añadiendo perversión a sus acciones criminales hasta llegar a descuartizar y devorar a algunas de sus víctimas…

Jorge elabora sus textos a partir de un mundo real, relatos en los que los personajes, el escenario y la acción muchas veces pertenecen a problemas de gente normal. Los construye a partir de un estado de ánimo, pero tratando de no rozar la superficialidad, al final acaba cayendo en la quimera, en lo onírico, en los abismos fantásticos del mundo de Cortázar. Los personajes son la reflexión, los interrogantes de la vida, el miedo a la soledad, a la desolación. Y sobre todo al tiempo. Un destino del que nadie se salva.

Batista es músico, estudió en el aula de Música Moderna y Jazz de Barcelona y con el pianista argentino Louis Vecchio. Fue cantante y guitarra de la Alabama Dixieland Jazz Band y últimamente actúa en solitario con el espectáculo “La noche es de Jorge”. Es profesor de narrativa y periodismo literario. Y tiene en su haber dos libros más, publicados también por Anroart: Pequeños sorbos de tiempo y Cópula, en colaboración con el pintor Pepe Dámaso. En poco tiempo ha conseguido una manera diferente de contar, de narrar con una voz propia y una forma muy personal, e igual que sus Blues, contagia su vitalidad a través de su prosa poética, nos traslada a toda esa parafernalia diabólica y de encantamiento que existe alrededor del ritmo.

Juan Manuel García Ramos en su análisis titulado “El tiempo de Jorge Batista”, señaló: En su primera obra está en cuerpo y alma el sujeto Jorge Batista, el periodista Jorge Batista, que nos da cuenta del proceso de conocimiento y de autoconocimiento experimentado a lo largo de los años, al lado de la música, del cine de sus amores, de sus pequeñas angustias profesionales (…)

Dedica Blues de Niebla y Luna a sus hijos que son los que lo conducen de la mano, hasta el niño que también fue. Intuyo que se refiere a aquel niño que creía en el polvo de las estrellas, porque él al igual que la Literatura no conoce edades.

Para terminar quiero contarles una leyenda. Dicen que en uno los viajes del indiscutible maestro de Blues, Robert Jhonson se encontró con el diablo en un cruce de caminos. Allí le vendió su alma a cambio de tocar el blues como nadie lo había hecho hasta entonces. Yo esta noche le agradezco a Jorge sus confesiones, sus alegrías y decepciones. Su creatividad. Por eso le pido que no venda su alma al diablo a cambio de su talento. Porque sus libros ricos en observaciones ya están dejando huellas por su atractiva personalidad, ya están haciendo un largo recorrido.
Con su palabra, imprevisible algunas veces, inquietante otras, pero siempre reservándole al lector la ironía y la sorpresa. Por eso es un libro que recomiendo.

Autora: Rosario Valcárcel

Leer más...

La cometa de Miel

…La luna sube y sube y sube
vertiginosa y alocada
se encarama sobre una nube
como una cometa encantada…

Gerardo Diego

Al ver el título de este libro “La cometa de Miel”, pensé que quizás el mundo no había cambiado tanto como parece. Pensé en aquellas cometas ligeras, en su color en su carácter simbólico y religioso. Pensé que tal vez la vida no era tan diferente y que seguían existiendo niños que jugaban y bailaban con cometas en las playas como cuando yo era pequeña.

Pero enseguida me di cuenta que no era una cometa cualquiera, era mucho más porque “La cometa de Miel” nos ofrece una panorámica más amplia, serpentea por la geografía de las islas, desata la imaginación y las sutilezas, hace guiños a la fantasía y va en busca del misterio.

Es un libro que se abre al mundo del archipiélago canario, a lo cercano a lo autóctono. Es un relato sobre la historia viva de sus pueblos, donde el azar y los sueños modificaron la vida de su protagonista, Miel. Una figura de carne y hueso que nos conduce por un increíble viaje por las islas con un itinerario fantástico.

Algunas veces en La Literatura la vida del hombre y la de los protagonistas se entremezclan, se enfrentan a problemas similares, conviven. En “La cometa de miel” se ha dado este proceso, el escritor hace resurgir de una manera fortuita personajes célebres de nuestra cultura, príncipes y princesas guanches y los junta. Deja que lleven las riendas del argumento. Establece una relación enigmática. Recrea una correspondencia.

Me comenta Pablo Sabalza, autor del libro que el proceso de creación surgió a través de los sentidos. Visitó los lugares, los estudió, los almacenó en su memoria para después evocar no la vivencia en sí, sino el recuerdo, la ensoñación. La cotidiana experiencia. En definitiva en este caso el “yo” que ha vivido y ha imaginado lo cuenta.

“La cometa de Miel”, editado por Anroart, en menos de un año ha llegado a su tercera edición. Es un libro sugerente y divertido que aprovecha el elemento mágico que poseen las islas, utilizando técnicas que me recordaron “El mundo de Sofía” de Jostein Gaarder. En este caso nuestro autor recurre a signos, mensajes disfrazados y a símbolos donde late el enigma.

Pablo Sabalza nacido en Pamplona y hoy afincado en Gran Canaria, es un joven con una mente sensible a quien desde sus tiempos de niño le gustaba tener entre sus manos un libro de aventuras. Abrir la ventana de su casa y volar con Peter Pan y Campanilla por tierras imaginarias, girar y girar por el Universo y observar todo con atención.

Curioso, le encanta patear los lugares, dejarse llevar por su entusiasmo y descubrir las historias que surgen de los volcanes y de las brumas, de los aspectos desconocidos de las islas.

En una palabra “La cometa de Miel” es un libro en el que puedes bucear y encontrar sorpresas. Una historia con ecos de tradición oral que te mantendrá enganchado por un largo tiempo. Una novela que nos muestra la alentadora juventud y vitalidad del autor.

Autor: Rosario Valcárcel

Leer más...

Conflicto Palestino-Israelí

La Historia del Conflicto Palestino-Israelí, es el fruto de las tensiones causadas por elementos sociales discordantes de gran poder como son la religión y el patriotismo; pero también es el resultado de las políticas intervencionistas de las grandes potencias, de la imposibilidad de los seres humanos de convivir en paz y de la presión demográfica en un medio hostil.

Lo que hoy nos presentan como Palestina, fue hasta finales de la Primera Guerra Mundial una posesión del Imperio Turco. Tras la derrota de los otomanos, y la espectacular pérdida de posesiones que sufrió este “gigante con pies de barro”, como algunos historiadores le denominaron, la Sociedad de Naciones, un organismo antecesor de la actual ONU con similares funciones y fracasos, designó un territorio amplísimo como protectorado británico, en él se engloba Los Territorios Palestinos, la actual nación de Israel y la nación árabe de Jordania. (1922 – 1948)

Tras la Segunda Guerra Mundial, cuando expiró la influencia británica sobre el territorio, los judíos, debido sobre todo al ascenso de los fascismos, habían aumentado drásticamente su presencia en la zona. Sin embargo en el momento en que la ONU decidió autorizar la creación de la nación de Israel, aún eran tan sólo un 37% de la población de la zona, los cuáles no obstante recibieron un 55% del territorio.

Por supuesto se pueden encontrar razones de peso en la Historia del pueblo de Abraham para justificar su presencia en la zona. Pero quizás ese haya sido el gran problema, la justificación continua de la sinrazón que supone el nacionalismo.
Con la retirada de los británicos se produjo la creación del Estado de Israel. Pero egipcios, jordanos, libios, sirios,… y en definitiva una alianza árabe, atacaron a los judíos, siendo el resultado una victoria hebrea, con la consecuente ampliación de fronteras (un 23%).

Tras eso, debido en parte a la beligerante actitud de los árabes, los israelitas ocuparon Gaza y Cisjordania, los territorios que deberían ser la nación Palestina, los altos del Golán, las granjas de Shebaa y la península del Sinaí (esta última ya devuelta a Egipto).

Con intermitentes acuerdos y escaladas militares, esa es la situación que podría en mi opinión resumirse en los siguientes puntos:

- El pueblo judío tras ser víctima durante mucho tiempo (no sólo de los nazis, sino también de las monarquías europeas a lo largo del curso de la Historia), merecía la creación de un Estado propio, si es que eso es algo positivo. ¿Pero dónde?

- La ONU realizó una división del terreno chapucera, debido tanto a la complejidad topográfica como a las diferencias existentes entre el pueblo árabe y el hebreo.

- La liga árabe fue derrotada tras intentar expulsar a los judíos de la zona. Debido a la patente supremacía militar de los hebreos.

- Los judíos han respondido casi siempre con demostraciones de fuerza a las revueltas palestinas, de modo que los sentimientos de venganza en una y otra parte dificultan, si es que no imposibilitan la paz permanente entre ambos pueblos.

- En la actualidad, con el pretexto de ser el único modo de asegurarse de no recibir ataques, Israel tiene ocupados los territorios palestinos y los altos del Golán que pertenecen a la nación Siria. La ONU se opone a esta situación pero no parece tener la suficiente influencia como para evitarlo.

- Los territorios palestinos no sólo están ocupados, también están separados geográficamente.

- El término palestino responde quizás a la necesidad de encontrar una justificación a la autocracia árabe en la zona. Los propios dirigentes aseguran que no persiguen un estado independiente, sino el gobierno árabe en ese territorio, y que probablemente se anexionarían a otras naciones colindantes, como Jordania o Siria.

- La importancia de este conflicto no sólo se mide en el número de víctimas, sino también en la cantidad de refugiados y desplazados. (entre 600.000 y 800.000 árabes).

Autor: Roberto Samper

Leer más...

La banda de música de Los Llanos de Aridane.

La música es la forma más bella de lo bello
José Martí


La forma de mi vida actual está, ciertamente determinada por mis raíces, por mi infancia.

Por mi abuela María de Las Casas, la telegrafista de Los Llanos de Aridane, por la Plaza de España, por una pequeña pendiente, una especie de tobogán por donde los niños nos deslizábamos entre sus laureles de Indias, por el recuerdo de la recogida de las almendras. Por la Banda de música que tocaba con brío melodías clásicas, famosas zarzuelas, canciones folclóricas.

La Banda, compuesta por virtuosos profesionales, estaba invitada a todas las fiestas y funciones públicas. Con sus alegrías y sus tristezas como una madre amorosa, siempre supo hacerse un hueco.

Por aquellos años sesenta yo era una adolescente y junto con mis amigas nos acercamos a la Plaza. Debía ser Viernes Santo en el valle de Aridane, cuando escuché por vez primera la Marcha Fúnebre de Chopin, era una de sus interpretaciones clásicas, a mí me pareció una celebración a la vida. Las calles alrededor estaban llenas de gente, paseaban muy emperifolladas, estrenando sus ropas. Me sonreían.

La chiquillería corría de un lado para otro, se agitaba. Los mayores reservaron con antelación los mejores sitios, permanecían en silencio, emocionados se les humedecían los ojos. La Banda lo controlaba todo y nadie hubiese podido negarlo, no hubo cosa más bella que aquel momento. Desde la Cumbre descendía un aire frío, un olor a humedad, la Plaza estaba empapada. Y yo pensé en los signos de la muerte, en que la eternidad quizás se parezca a la vida. Entonces sentí que la Naturaleza se sacudía. La música la abrazaba.

Más tarde en mi casa intenté canturrear el concierto sin que nadie me escuchara. Siempre desafiné, el canto ha sido mi asignatura pendiente, hasta tal punto que en el Bachillerato marcaba de memoria el compás, movía las manos mientras cantaba las notas: do re, mi, fa, sol, la si, do… Esas cosas estaban fuera de mi alcance.

Han pasado muchos años desde que se creó la Banda de música de Los Llanos de Aridane. Han pasado por la España de los tiempos difíciles, por la España en que la gente vivía trincada. Pero gracias a la generosidad del pueblo, a suscripciones anónimas, ayudas municipales y sobre todo a un grupo de vecinos aridanenses pudieron adquirir instrumentos, formar una institución y permanecer viva durante tres siglos.

El 29 de abril del 2008 la Corporación Municipal aprobó por unanimidad concederle la medalla de oro de la ciudad a la Banda de música coincidiendo con su 150 aniversario.

Hoy, un año más con motivo de las Fiestas de la Patrona del valle de Aridane se felicita a su Banda Municipal de música y yo me vuelvo a estremecer al acordarme de las notas de la Marcha Fúnebre de Chopin.

Autora: Rosario Valcárcel

Leer más...

Latidos del Alma

En Tara no hay sobresalto
Centro de un reino de Tamarán
Pero llega la conquista
y enmudece su cantar.
Margarita Ojeda



En este momento La Humanidad no goza de buena salud, vive angustiada por la técnica, la crisis económica y los titubeos del dinero. Las guerras sin sentido, el espíritu de competencia y la indiferencia. Se encuentra preocupada por las injusticias, el cambio climático y el consumo desorbitado. Ansiosa por conquistar las estrellas.

Pero a pesar de ese destino inevitable, de los acontecimientos sociales envueltos en la eficacia y las zozobras, la reflexión poética se abre paso, vuela, hace sonar su voz desnuda, deja atrás el mundo entero, nos conduce hacia lo desconocido, dulcifica la vida y aparecen dos nuevos libros de Margarita Ojeda García: “Latidos del alma” de ediciones Puente Palo con unas bellas ilustraciones de Isabel de la Llave, y Corazón y Vida” también con ilustraciones a todo color del pintor Felipe Juan.

Con palabras vivas y sinceras Margarita rebusca en el fondo de su alma, entra de lleno en tanteos humanos, adopta la lengua del poeta, escucha los latidos de su alma, el sentido de su vida y nos invita a compartir el viaje candoroso de lo imperecedero.

Son libros que describen los sueños, acarician recuerdos, el susurro y la reflexión. El desconcierto de la inocencia. Fueron presentados el pasado día 28 en el Círculo Mercantil. Un acto emotivo acompañado por dos cantautores: Jana Monzón y Jorge Santana, un acto lleno de palabras vivas y sinceras, coordinados por la periodista Lourdes Naranjo Ojeda, hija de la poeta.

La voz de Margarita surge cuando ve la televisión, las noticias, mientras se mueve por la casa. Se evade busca la belleza en su soledad, en la ternura, en lo poético. Nos comunica sus anhelos y sus ensueños, el amor filial, el de sus padres, los golpes de la vida. Su pasado evocador.

Y como buena romántica se zambulle entre las nubes y baila con las mariposas. Aborda de una forma casi ingenua, la ternura y la fascinación por el mar y por el mundo de los hados. Cae en la excitación de lo cercano, en el cariño que la rodea, en lo autóctono, en el timple y en la guitarra. Alcanza su grandeza.

Su palabra es directa, sencilla. Suena llena de intención. Se inserta en la tradición, en la historia de los pueblos que sufren, ideas sobre el dolor, la injusticia y la muerte.

Africa se muere de hambre
A los buitres en la penumbra
Le llega el olor a los muertos
Cayucos en la deriva.

Y sobre todo indaga en ese pasado feliz del que hablaba Pessoa.
Estos libros de poemas son el testimonio de una mujer sensible que se emociona y sueña.

Autora: Rosario Valcárcel

Leer más...

Mokhtar

¡Oh, mar!
dame tu mano derecha
para que transitemos
el redondo planeta
hacia cualquier mar.
Abdelkrim Tabbal

Es moreno no muy alto y tiene los ojos grandes.

Se llama Mokhtar y está trabajando en una peluquería de Siete Palmas, haciendo las prácticas de sus estudios. Hace un mes cumplió los dieciocho años.

Yo nunca lo había visto, por eso al entrar en el Salón me sorprendió que saliera a recibirme. No sabía lo que pasaba, sólo pensé que quizás la antigua propietaria habría traspasado el negocio.

¿Qué se va a hacer?

Me preguntó. Lo miré un par de veces antes de contestarle. Luego me colocó una bata, una toalla sobre los hombros y empezó a inspeccionar mi cabeza con sus ágiles dedos que no se detenían, mientras yo le explicaba que quería renovar mis mechas. Luego se produjo un silencio.

Cuando ya tenía preparado el tinte aparecieron mis peluqueras de toda la vida. Me sentí aliviada. Él se quedó cerca observando como Yaiza deslizaba el pincel sobre mi cabello, mientras Maricela, la dueña del negocio le daba instrucciones. Yo lo miraba por el espejo una y otra vez, reparaba en todos sus movimientos, en como iba vestido. Pensé un montón de cosas. Estaba desconcertada, extraña y no sé por qué quise saber algo de él, así que me incliné y le dije:

-¿Cómo llegaste a esta isla?

-Vine en una patera en el 2007, el 18 de enero.
Sorprendida, me giré y le miré de frente. Sentí una mezcla de emoción y de respeto.

Mokhtar me contó que su viaje duró cuatro días. Fue una aventura terrible, decía -mientras sondeaba en su recuerdo- navegábamos sobre un mar inmenso, sentados sin poder movernos, apretados y manteniendo el equilibrio cuando las olas parecían que nos iban a envolver y el viento empujaba la patera. Cuatro días sobre un mundo misterioso y desolado, sobre la gran manta del océano cubierta por un halo de niebla. Me daba mucho miedo. Me acordaba de que no sabía nadar.

Los más viejos establecieron turnos, continuó. Guardias de día y de noche para que los cuatro menores achicáramos el agua que entraba en la patera con garrafas. Hubo un momento que casi se hunde. Fue horrible. Me mareaba, vomitaba, sentía que se me iba a arrancar el cuerpo.

Mokhtar gesticulaba con las manos para explicarme que estuvieron a punto de hundirse, mientras ordenaba los productos de la peluquería. A mí se me escapaba alguna palabra por el ruido de los secaderos. Luego añadió con una sonrisa triste:

-Mientras dormitábamos los compañeros se robaban unos a otros los tesoros que guardábamos en las mochilas, en la mía había unas zapatillas deportivas, un chándal y un bocadillo, todo desapareció. No alcancé a comer nada.

De pronto un barco se nos acercó con sus luces encendidas, el mar retumbaba y nos angustiamos, creíamos que el océano nos iba a barrer, a engullir. Por instinto me agarré fuerte, me pegué a la patera. Creí que todo se iba a desvanecer y dominado por el pánico me puse a rezar. El patrón nos alejó, corrimos un gran peligro. Mokhtar no paraba de hablar, recordaba muy bien el viaje. Parecía una historia dentro de otra historia, sin puntos ni comas. Yo cada vez me sentía peor.

Mi padre me dijo que el marcharme de Marruecos era insensato, agitaba la cabeza de forma negativa. Me recordó que hacía unos días había naufragado una patera donde iba un primo mío, añadió que todos habían muerto. Me quedé helado. Él deseaba que me hiciera policía que me hiciera un futuro allí. Yo tenía claro que no podía seguir su consejo. Vivíamos cerca de Sidi Ifni en un pueblo donde se hace aceite que llaman Argan, es un aceite que lo hacen los bereberes. Pero los Ait Baamran tenemos problemas, estamos marginados. Es difícil vivir con el olor de la pobreza. A pesar de ser como otros de carne y hueso nos han olvidado. Pedí dinero a toda la familia y poco a poco reuní los quinientos euros que necesitaba para embarcar.

Una noche sin luna llegamos a un lugar muy pequeño, a la isla de La Graciosa. Mis amigos y yo, asustados, nos tiramos al agua y no nadamos, corrimos. Mouloud se partió una pierna al tropezar con unas piedras afiladas. Los demás se escondieron, querían escapar. Nadie nos esperaba. A mí me parecía que la isla daba vueltas. Me extrañó que hiciera mucho frío. Cerca de la playa nos encontramos con un señor, estaba en la puerta de su casa con unos perros. Nos dio unas mantas y comida y luego nos preguntó si quería que llamara a la policía. Nosotros sabíamos que eso era lo mejor. Yo tenía dieciséis años y mis amigos eran aún más pequeños. Me dolía la cabeza, el cuerpo lo tenía colorado, me ardía.

Pronto llegó la policía, la ambulancia y nos trasladaron a comisaría. Por la tarde nos subieron en un barco rumbo a Lanzarote, llegamos a Playa Honda. Allí asistimos a revisiones médicas, nos sometieron a pruebas óseas. Pruebas y más pruebas. Luego nos ubicaron en celdas y nos dieron de comer un bocadillo de pavo con queso amarillo. Como no sabíamos lo que era, lo tiramos, sólo comimos el pan. Yo soy musulmán.

Unos días más tarde nos subieron a bordo de otro barco, llegamos a Gran Canaria. Durante dos años he permanecido en Centros de Acogidas para menores. He estudiado en Centros educativos, he aprendido muchas cosas, y en los talleres hice un curso de Peluquería.

Pero al cumplir los dieciocho años, añadió Mokhtar, El Gobierno español me ha dado un plazo de tres meses para arreglar mis papeles, para por fin poder trabajar y mandar dinero a mis padres. Regularizar mi situación. Pero en tan poco tiempo es tan difícil como que haga un viaje a la luna. Sin embargo he tenido suerte mi maestra habló con Maricela, y ella se ha convertido en mi hada madrina. Ahora vivo en su casa, hago las prácticas de mis estudios en su Salón y pronto tendré mis papeles en regla. Tendré la recompensa por todo el sufrimiento. Podré ir a ver a mi familia sin que me detenga la policía.

Ya hace algunos días que fui a la peluquería y admito que estoy deseando volver para hablar con Mokhtar, para escuchar sus aventuras, sus secretos. Los secretos y las penalidades de los miles de jóvenes que llegan a nuestras tierras en una patera.

Autor: Rosario Valcárcel

Leer más...

Bendita Crisis


No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y
las ideas pueden cambiar el mundo…

De la película “El club de los poetas muertos”



Dicen algunos psicólogos que el ser humano necesita momentos de crisis para poder llegar al estado de ánimo que llamamos felicidad.

La actual dificultad financiera ha puesto en peligro puestos de trabajos, ahorros, el desconcierto y la regresión. La estabilidad del hogar, el sustento diario. Ha supuesto para muchos algo parecido al Fin del Mundo. Sin embargo le ha brindado a Clara Isabel Hernández la posibilidad de sondear en sus propias emociones y crear una obra que titula “Bendita crisis”. Una historia real escrita al modelo norteamericano donde nos ofrece fórmulas y pasatiempos para vivir de verdad, para ensalzar el tiempo, un tiempo que ha de ser vivido para las cosas grandes y las pequeñas.

Una obra que expande la conciencia individual, suscita ideas nuevas y tal vez como me confesó la autora pueda ayudarnos a mejorar nuestras vivencias cotidianas.

Para Clara Isabel la crisis es una palabra casi mágica, que tiene el poder de hacernos reflexionar sobre ese conocimiento romántico y primario que todos poseemos, ese conocimiento primitivo que nos servirá para vivir sin agobios ni presiones. Frenar, modificar y controlar nuestros hábitos y si somos capaces de trazarnos un plan cambiar el mundo.

“Bendita crisis” es un texto breve, aleccionador y refrescante. Intenta redescubrir matices trascendentales del verdadero sentido de la vida que quizás hemos olvidado. Es un ligero ensayo fácil de leer que no pretende ser un manual, ni un tratado sobre economía, ni sobre el medio ambiente, pero sí se plantea una existencia casi idílica que deslumbra por lo sencillo y certero, por el conocimiento que la autora tiene sobre el comportamiento humano, de aquellas épocas pasadas en que los tiempos eran aún más difíciles. Sobre los valores tradicionales.

“Bendita crisis” es el primer libro de Clara Isabel Hernández Cabrera, pero ya ha demostrado su habilidad para transmitir un mensaje, desarrollar una prosa ágil con argumentos sencillos.

Clara Isabel es una amiga que posee una mente sensible y lúcida. De esas amigas de siempre con las que has compartido anécdotas tristes y risueñas.

Una amiga que desde muy pequeña estaba convencida que las palabras y los sueños pueden cambiar el mundo.

Autora: Rosario Valcárcel

Leer más...

Julia Gil, Ciudad de Espuma


Mar sin límites, remoto,
airado, turbio, violento,
amado mar de mi vida
y de todos mis recuerdos.

Arturo Maccanti



Cuando vi la portada del precioso libro de Julia Gil y leí su título “Ciudad de espuma”, me trajo a la memoria aquellos cuentos de Hadas que leíamos en la infancia, aquellos cuentos que hablaban del padre Neptuno, de caballitos de mar y de sirenas.

Me acordé también de mi niñez, de nuestra inocencia ante aquel mar que se quedó con nuestros sueños. De las olas del Pino y de las espumas entre las rocas, de los días que construíamos castillos o pretendíamos desenterrar tesoros.

Al leer “Ciudad de espumas” noté la cercanía de la poeta, sentí que caía bajo su magia, que me acercaba a sus emociones. Noté fluir esa corriente que ella sabe crear entre el narrador y el lector. Y sentí la emoción que lo sostiene y lo alimenta, el canto a las cosas pequeñas, a los olores, a los sonidos que se quedan en el camino. A ese refugio al que todos terminamos volviendo, a la memoria. Al manantial interior.

Julia Gil nació en Santa Cruz de Tenerife y estudió Filología Románica en la Universidad de La Laguna. A los 24 años entró como profesora interina en el Instituto de Santa Cruz y en el año 1963 obtuvo la oposición de Agregada de Lengua y Literatura Española en Jaén, donde preparó la Cátedra que ganó en 1967. Pasó por Las Palmas y dio clases en el Instituto Tomás Morales, volvió a Santa Cruz de la Palma y al año siguiente retornó definitivamente a Tenerife.

Escribe una poesía de trato directo, con un lenguaje aparentemente espontáneo, descriptivo y emocional pero con una voz crítica ante las aberraciones urbanísticas y la destrucción del paisaje. Ha publicado libros de poemas “Tiempo de pasión. Tiempo de destrucción”, “Grabados en mi infancia”, “Vuelo, posada, remanso”, “De olvidos y de existencias”. Así como la novela “Como tú eres así”.

“Ciudad de espumas” contiene una bella colección de imágenes, fotografías tomadas por la propia autora, con gran capacidad de ensoñación tanto que podemos decir que las fotografías no sólo acompañan al poema sino que forma parte de él.

Sebastián de la Nuez que prologó este libro señala “tienen las poesías de Julia Gil elementos narrativos y descriptivos integrados en un monólogo interior que apresa la intimidad y la complejidad de la vida (…)Y es cierto porque Julia se inserta en las historias de los pueblos, concretamente en éste poemario se mete de lleno en la ciudad del Puerto de la Cruz y al igual que los juglares nos cuenta cosas sobre la realidad insular, los errores urbanísticos, la belleza y la destrucción del paisaje.

Así lo vemos en el poema titulado “PLATANERAS”

Desde mi cueva todavía puedo
sobrevolar un campo de plataneras
-con palmeras y una hermosa araucaria-
flanqueado cada vez por más duplex.
Cada día se pierden
espacios de alma verde.
la misma enfermedad urbi et orbe.
Dicen que la reproducción se ha congelado
y que el turismo se bloquea
pero van germinando construcciones fantasmas
que quizás cualquier día
nos sepulten a todos…. seculorum.

Estamos ante una poesía que registra emotividad ante la naturaleza asediada. La mirada melancólica sobre el pasado que ya no volverá a ser, nos deja poderosas descripciones llenas de sensualidad, tal como apreciamos en el poema titulado PHOENIX CANARIENSIS:

Qué feliz la palmera
entre su esbelta soledad
sus brazos curvos recibiendo
emisiones doradas, enredando
brisas secretas barajando
con sus sensibles uñas
temperaturas digitales
vibrando y trasmitiendo
por encima del mundo
con su melena esférica
la sensación de plenitud.

Así se expande
hasta mi taza de café.

La ciudad del Puerto de la Cruz es una muestra del turismo en las islas. Enclavada en el prodigioso valle de la Orotava, ante el que se arrodilló Humboldt en 1799, padece hoy los efectos de la invasión turística de los últimos años pero la poeta ha rescatado el aroma y reconstruye los espacios que aún deambulan por su memoria.

Lo vemos en su poema BUSCANDO ALOE nos dice:

…Voy paseando entre esculturas vegetales.
Voy palpando estrelitzias.
Voy recorriendo laberintos
catedrales de verdes cabelleras.
Merodeando espinas
Respirando penumbras.
Soñando en los nenúfares…

Quiero terminar diciendo que “Ciudad de espumas” es un conmovedor homenaje al “Puerto de la Cruz”, que la autora ha dedicado al pasado, a un pasado que intenta retener con la voz de su recuerdo, quizás para revelarnos las cosas y los seres que ama.

Autora: Rosario Valcárcel

Leer más...

La bendición de Benedicto XVI


Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra
edificaré mi iglesia.
Mat. 16, 18



El amor entre las personas no es fácil. Y para que crezca necesita apoyo, reciprocidad. Mimarlo y, como dicen muchos, echarle agüita para que eche raíces…

Faltaban pocos minutos para los doce. Nos acercábamos a la Plaza de San Pedro, y mientras caminaba por la ciudad del Vaticano fijaba la mirada en los puestos ambulantes, en las tiendas de los alrededores donde venden estampitas de santos y más santos, angelitos y vírgenes, iconos y hasta portales de Belén. Había un gran jolgorio.

Al llegar a la Plaza de San Pedro, las fuentes bulliciosas compartían el momento con el Obelisco, con las columnatas rematadas sobre las que se asientan más de cien santos. Con grupos de niños adoctrinados, algunos pertenecían a grupos de boy scouts, otros a colegios, iban uniformados y llevaban unas boinas de tonos vivos que los distinguían. Gente de todas las edades habían recorrido largos caminos para escuchar al Santo Padre, con banderas de diferentes colores. Me alegré al ver varias de España.

Alrededor la belleza que propició el Papa Julio II, el papa que ordenó a Miguel Ángel los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina, el que quiso devolver a la Iglesia su poder y su belleza o según dicen las malas lenguas superar al papa Borgia, su antecesor. En una de las pancartas se podía leer:

-Sulla Tua Parola getteremo le reti.

Todos esperábamos ansiosos la bendición de Benedicto XVI.

Y sin querer me acordé de Juan Pablo II, aquel gran hombre que actuaba con la emoción, que tenía una mirada que tocaba la voluntad.

Un chico al lado mío hablaba por el móvil:

-Una experiencia interesante.

Le decía a su novia o tal vez a su madre. Y de pronto desde la segunda ventana, de la derecha del Palacio del Papa, comienzan unos movimientos, se coloca un estandarte. Todos aplaudieron excitados, deseosos de ver lo que iba a ocurrir.

Los niños dejaron de jugar y cogidos de la mano empezaron a rezar. Se escuchaban diferentes idiomas al mismo tiempo. Yo entendí algo sobre la gloria de Dios, sobre la Felicidad y la Familia.

Por fin apareció el Papa con los brazos abiertos, afable, cercano. Todos gritaban su nombre con gran convicción, agitaban su manos como respondiendo el saludo. Él subía y bajaba el tono de su voz, sonaba dulce y a lo lejos parecía que sus ojos buscaban las miradas. Escuchaba con atención cada palabra y poco a poco aquel acto me produjo una gran impresión. Expresó su preocupación por las víctimas del hambre, las injusticias y las violencias que golpean a los niños en África, el continente que iba a visitar en unos días. Una visita que al final terminó enlutada por la muerte de dos chicas angoleñas, unas horas antes del encuentro con los jóvenes.

Confieso que nunca me ha gustado el aspecto de Benedicto XVI, también es cierto que alcanzar el carisma de su antecesor era difícil. Me parece un hombre sin alma, despojado de gracia como si le costara sonreír. Un hombre poco afortunado, con un equipo que ha decepcionado a muchos. Un hombre intransigente y envuelto en críticas, últimamente por sus alegatos desafortunados sobre el preservativo. Siempre en el ojo del huracán como si el Espíritu Santo lo hubiese abandonado.

Invoca a María con palabras en latín. Se escuchan voces cantando mientras da la bendición. Yo sacudí mis manos igual que si estuviésemos manteniendo un diálogo y en silencio y con los ojos llorosos, a solas conmigo pensé en las cosas serias de la vida, en lo que simboliza. Él terminó dando las gracias en varios idiomas, parecía sentir un gran afecto por todos nosotros. Los fieles no dejaban de exclamar su nombre, de entonar canciones, de aplaudir.

Estuve un buen rato sumida en pensamientos, en mi infancia y en las enseñanzas religiosas de aquellos días.

Autora: Rosario Valcárcel

Leer más...

Los Caminos del Agua

…El agua continúa con sus trabajos.
El oficio de golpear la madera
que cruje bajo mi piel
en las esquirlas de una soledad dilatada
y yo me aferro a la madera
como un clavo ardiente
que me salve
entre oraciones y suspiros.
BERBEL

A veces la vida y la poesía se juntan, se hacen preguntas se entremezclan de tal forma que se hace difícil distinguir donde termina la existencia y donde comienza la lírica.

En “Los caminos del agua” Berbel nos descubre el mar que nos estremece y nos hace tiritar de emociones. El mar que simboliza la mortalidad y la esperanza, el mar que acoge el sueño y el aliento de una nueva vida. El viaje. La memoria colmada de momentos.

Toca los temas eternos de la existencia, las peripecias de la inmigración, el terror y la amargura de esos hombres y mujeres despojados del calor familiar que buscan silenciosos un camino entre las olas, entre los fantasmas de la oscuridad del océano.

Le grita a las verdades y a los sentimientos, a la violencia y a la muerte cotidiana pero sin desesperación ni desaliento, quizás porque como poeta presenta las cosas como debieran ser y no como son. Y aunque mezcla y armoniza la verdad con la realidad su poesía huye del mundo, se refugia en la niñez. Se sumerge en el universo de los cuentos, en las esencias, en los ecos y en el color. En el movimiento que coordina con tanta exactitud como las estrellas del Universo.

En “Los caminos del agua” sus versos se deslizan, dan vueltas, cantan, juegan al juego de la música y los sonidos. Convierte el ritmo en imágenes poéticas, desentierra tesoros y hace magia del drama. Sabe contarlo.

El lenguaje en muchos de sus poemas se hace melodioso, reiterativo:

Aila aila aila aila ailaaaaaaaaaaaaaa
Adel viene de la lluvia.
Conoce sol, viento, tierra.
Adel viene de la lluvia.
Allí fue por tiempo, por tiempo.
Aila aila aila aila ailaaaaaaaaaaaaaa

Otras veces busca la razón y la emoción, el entorno del ser humano, su comportamiento, sus voces:

Remángate el alma, Khadí,
Nos seas flojo, anda.
Ponte en pie y ve en busca del grano.
Abre tu corazón a las aves y aprende,
Ellas ya amanecieron.

Berbel es además narradora, pintora, ceramista, ilustradora, fotógrafa, directora y guionista de cine, pero sobre todo es una mujer sensible, con una ternura que se desborda de una forma espontánea en sus versos, en su poesía.

“Los caminos del agua” forma parte de una colección que ha sacado recientemente Ediciones Idea llamada El Mirador, cuyo objetivo es propiciar un encuentro intergeneracional de poetas contemporáneas. La directora de la colección es la escritora Elica Ramos.

Autor: Rosario Valcárcel

Leer más...

Mary

Pero un día tendré un discípulo
un verdadero discípulo,
y moldearé su alma de niño
y le haré hacerse nuevo y distinto
distinto de mí y de todos; él mismo
y me guardará respeto y cariño.


Brindis de Gerardo Diego.


Yo, al igual que La Bella Durmiente, estaba afligida por no tener una hija al día siguiente de casarme. Tomaba todos los brebajes que me recomendaban, hacía peregrinaciones, votos y promesas sin que se vieran cumplidos mis deseos.

Deseos que ya habían comenzado siendo una niña cuando jugaba a las mamás con mis muñecas, cuando las arrullaba con pasión maternal, cuando hablaba con mi novio del futuro. Sí: soñaba con la gestación, la educación, la nutrición, en cómo vestirla y a qué colegio la llevaría. Pero mis deseos no se cumplían.

Por aquellos días me recomendaron una modista que confeccionaba trajes de novia, saltos de cama, trajes de noche. Era muy popular y yo, que era muy presumida, me sentía como loca en su casa, en aquel ambiente creativo entre tejidos, maniquíes, tijeras y máquinas de coser hasta tal punto que todas las calles de la ciudad me llevaban hasta su taller. No sé si era porque era un mundo de ilusión o porque allí vivía una niña menuda y tierna. La llamaban Mary.

Esa niña pronto reparó en mi presencia, me miró recelosa con sus grandes ojos negros y su gesto pícaro. Yo tenía dieciocho años, ella seis y una mirada dulce; era la clásica criatura tímida que te observa en secreto, sin levantar los ojos del suelo como con vergüenza espiaba cada uno de mis movimientos.

Pero según pasaban las semanas, ya no me rehuía, parecía que me estaba esperando, empezó a hacerme señas, a mirar sin pestañear. Se hizo habladora, sonreía con complicidad y en mis visitas al taller se ponía a hablar de sus padres, de sus hermanos, de sus amigas. Intentaba contarme una cosa y otra, lo que había ocurrido durante esos días. Yo, embelesada, no perdía una palabra de lo que me explicaba, estaba presa de su encanto. La besaba, me sentaba junto a ella. Me acostumbré a la casa, a su compañía.

Y, como si me perteneciera, con gran euforia la llevaba al colegio donde trabajaba, traté de cuidarla, de enseñarle cosas, de llevarla de aquí para acá. ¡Ironías de la vida!, pensé que podría hacerla más feliz cuando era a mí a quien le latía el corazón.

Sin saberlo, ella modificó mi destino, alimentó mi sueño.

Entre nosotros se produjo una alquimia perfecta. En mi alma se sucedieron cosas intensas, la esperanza de que algún día tuviera una niña como ella.

Han pasado muchos años y aunque el destino pocas veces nos volvió a juntar aún escucho el eco de aquella alegría mía, el primer encuentro. Momentos que estoy convencida que suceden sólo una vez en nuestra existencia. Sin embargo no siento nostalgia, quizás porque me ha bastado saber que no fue un sueño, que llegó como un regalo que la vida eligió para mí. Yo lo recibí con los brazos abiertos.

Pero hoy no sé por qué me he acordado de Mary, me he estremecido. He retornado como una sonámbula a los recuerdos, he caminado entre los materiales sueltos de la memoria como si el tiempo no existiera y he corrido en su busca para abrazarla contra mi pecho igual que cuando no tenía hijos. Entonces me ha saludado de lejos con sus ojos grandes, brillantes y su pelo negro y comprendí que su mirada no había cambiado, que nunca cambiaría.

Comprendí que no se ha llevado consigo esa mirada. Aquella mirada que sí me pertenecía.


Autora: Rosario Valcárcel

Leer más...