El rostro de un candidato político en una valla publicitaria
En la sección de literatura, con las elecciones y sus resultados aún coleando, recuerdo este poema de Bukowski, ese genio estadounidense que además de numerosas novelas y múltiples relatos del llamado “realismo sucio”, tuvo una extensa creación poética en la que la lírica fue muy a menudo de la mano de la crítica social, el vitalismo y el desprecio por los valores de nuestra civilización.
Sin el existencialismo de Miller, reivindicando la prosa directa y las frases cortas, el estilo que Charles Bukowski eligió para sí, tal vez quisiera que fuese como una pelea de bar, sin adornos, ni contemplaciones, sino crudo y feo como puede ser la vida de un desheredado.
Ahora que las ciudades viven la resaca electoral y en todos los rincones se puede aún ver la sonrisa fingida de los candidatos, parecen apropiadas las palabras de este profeta de la mala vida.
El rostro de un candidato político en una valla publicitaria
Ahí está:
No demasiadas resacas
No demasiadas peleas con mujeres
No demasiados neumáticos desinflados
Nunca pensó en el suicidio
No más de tres dolores de muelas
Nunca se saltó una comida
Nunca estuvo encarcelado
Nunca estuvo enamorado
7 pares de zapatos
un hijo en la universidad
un coche que no tiene más que un año
pólizas de seguros
un césped muy verde
cubos de basura con tapa hermética
seguro que le eligen.
Autor del post: Roberto Samper
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