Antonio Machado

En el rincón de poesía de esta semana me gustaría recordar a otro genio de la generación del 98, otro mártir de la guerra que huyó a Francia con su progenitora pero que, casi como en el western español con Jesús Puente “Antes llega la muerte” murió sin poder, como diría Garci, “Volver a empezar”.

Hablo de Antonio Machado (1875 – 1939) y a la vez aprovecho su obra para felicitar a todas aquellas mujeres que tienen hijos ya que ayer en España era el día de la madre.

Pero antes de centrarme en la literatura, me gustaría también aplaudir a quien tuvo la idea de llamar a una de las mejores películas españolas del oeste de esa manera, ya que así uno puede sentarse a verla sin esa irritante intriga sobre que sucederá en los últimos minutos. Supongo que o bien se trata del mismo que tradujo “High Noon” como “Solo ante el peligro” o quizás se trata de una corriente que, por suerte, se vio truncada antes de que “El Sexto Sentido” se llamase “Los que no saben que están *******” y la obra de Amenábar se titulase “Los otros, que tampoco lo saben”.

Pero bueno, dejaré a un lado el cine sólo por un instante, para luego volver a él con un guiño final y me centraré en la literatura de este sevillano de melancólicas formas, este genio de izquierdas de esa generación contra la que muchos militares gritaron “¡Abajo la inteligencia!”.

Antonio Machado, hermano del también magnífico literato Manuel Machado, es un poeta dulce, sensible, que deja que su obra vislumbre su añoranza, sus recuerdos más felices aún cuando se hubieran vuelto tristes. Su más famosa creación es “Campos de Castilla”, pero todos y cada uno de sus poemas están dotados de una fuerza inspiradora como pocas veces se ha visto.

De este modo, incapaz de decidirme por uno, he preferido incluir:

La versión musical de Serrat de su “Caminante no hay camino”:



Este “Cuando sea mi vida”:

Cuando sea mi vida,
toda clara y ligera
como un buen río
que corre alegremente
a la mar,
a la mar ignota
que espera
llena de sol y de canción.
Y cuando brote en mi
corazón la primavera
serás tú, vida mía,
la inspiración
de mi nuevo poema.
Una canción de paz y amor
al ritmo de la sangre
que corre por las venas.
Una canción de amor y paz.
Tan solo de dulces cosas y palabras.
Mientras,
mientras, guarda la llave de oro
de mis versos
entre tus joyas.
Guárdala y espera.


Y por último uno que al releerlo me ha recordado a esa puerta de Tannhauser de “Blade Runner” y aquel maravilloso monólogo del Nexus 6 hacia el final de la película.

Desgarrada la nube; el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.

Desperté. ¿ Quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso.
...¡El limonar florido,
el cipresal del huerto,
el prado verde, el sol, el agua, el iris...,
¡el agua en tus cabellos!...

Y todo en la memoria se perdía
como una pompa de jabón al viento.


¿Será casualidad o inspiración? ¿O el parecido no es para tanto?

Autor del post: Roberto Samper

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No es el que el Sr. Samper sea adivino. No, es que conoce a algunas madres, que crecieron y maduraron con los pensamientos, las reflexiones, la poesía de Machado.
Un Machado que reflexiona acerca de lo fugaz que es la vida, del futuro, de que todo desaparece, del tiempo de la vida. En definitiva de lo cotidiano.

No ha sido casualidad tampoco que el Sr. Samper pusiera a un Serrat joven y tímido, donde´sólo participa él. Y a un Serrat maduro, seguro de sí mismo, con un público que le sigue, le corea, le aplaude y además acompañado por otro genio: El Sr. Sabinas.

Roberto Samper dijo...

Si, debo reconocer que conozco a alguna que solía contar a Machado como su favorito de entre aquellos que, para que no se nos olvidasen, nos resumía como el grupo de BBAVUMM (Baroja, Benavente, Azorín, Valleinclán, Unamuno, "Machados" y Maeztu), una generación del 98 que resulta fácil de recordar aún hoy, con sólo 7 letras en una pizarra. Luego por supuesto venían algunos poemas, fragmentos de obras,...
En cuanto a Sabina, lo cierto es que es triste ver como se ha vendido, suerte que yo ni pago el canon ni compro ya sus discos...

Anónimo dijo...

Excelente articulo, Robert. Machado era un regalo para la literatura patria, y me encantado tanto la cita de Serrat como ese paralismo que trazas acerca del genial monologo de Roy Batty- Rutger Hauer en esa obra maestra que es Blade Runner. Aunque disiento contigo en lo del vendimiento de Sabina, me parece peor lo que hace el tal Ramoncin, que va de salvapatrias cuando se ha quedado en un fantoche ridiculo , telonero de la movida madrileña que subsiste gracias a su participación en tertulias de todo vale y que se permite el criticar a otros sin mirarse la viga de sus ojos. Sabina a veces la ha cagado, pero me parece un tío más verdadero que tipos de la calaña de Ramoncin.

Roberto Samper dijo...

¡Claro! Entre Ramoncín o Teddy Bautista y Sabina no hay color, es más nunca podría decir que "ya no compro discos" de los primero porque nunca los hubiese comprado. Ellos carecen de la más mínima posibilidad de decepcionarme porque nunca les he estimado demasiado, más bien me resbalan completamente. El tema de Joaquín es distinto porque siempre me pareció como tú dices un tío verdadero y con principios, pero en las dos últimas elecciones ha perdido completamente los papeles, primero pidio el voto PSOE en el 2004 para luego disculparse ante IU reconociéndolo como un error, luego ante la marea de billetes que supone para él el Canon sale sonriente en la plataforma a favor de Zapatero... No digo que esté mal pedir el voto para Zapatero, ni para IU ni para el PP, cada uno es libre de hacer campaña por la fuerza política que más le guste, pero el caso de Sabina huele a que necesita fondos para que no le echen más del casino de Torrelodones. Y que encima se escude en su columna de Interviu (ejem) diciendo que la culpa de su cambio de chaqueta la tiene la ley d'Hont... Como si dejar de votar a los partidos pequeños fuese a solucionar ese problema... bastante triste, aunque su música hasta el Diario de un peatón me encanta, de lo siguiente ya no puedo opinar, a lo mejor tendré que hacer como los surrealistas con Dalí y hablar de él como si estuviese muerto y decir que Sabina fue un gran cantante y fue un tipo comprometido con sus ideales.
No me enrollo más que me pierdo...

Anónimo dijo...

Joder, pues la verdadque esa faceta del amigo Sabina la desconocia por completo. En este caso, las cosas cambian un muy mucho y te doy la razon totalmente, Robert. Con esas actuaciones, Sabina se ha quedado de un chaqueterismo que da pena.