El Arte de Fernando Jiménez


El día 2 de mayo, se inauguró en el Salón Atlántida del Hotel Neptuno de Playa del Inglés una exposición pictórica de Fernando Jiménez. Estará abierta hasta el día 30.


Lo esencial es invisible a los ojos

El principito



Dicen que los individuos comunes sólo viven lo cotidiano. No abordan el plano esencial, a menos que así lo decidan.

Un pintor como Fernando Jiménez es capaz de plasmar lo que ve de una forma exacta pero su arte va más allá. Quiere reinar en el mundo de la sorpresa, del guiño, por eso se escabulle del entorno y nos dice:

“Hay una realidad invisible, tras la realidad consciente” Lo llama realismo fantástico.

Todos los que compartimos generación podemos afirmar que vinimos al mundo adulto en los años sesenta, momentos en que se movían las conciencias, que buscábamos el camino de la verdad, momentos en que Picasso y Chagall ejercían una influencia global.

Y como tantos Fernando se sintió imbuido por el sentimiento de desesperanza, por al ruptura con la tradición. Leyó a los nihilistas a fondo, escribió poesías, teatro. Estudió a Nietzche, a Antonio Machado, a Aleixandre… Y al igual que Serrat tomó las palabras de Miguel Hernández y creo canciones “Para la libertad o Nanas de la cebolla” y las convirtió en himnos de protesta, pues nuestro pintor también se inspira en temas literarios en sus composiciones.

Y en la búsqueda de su vida lee versos de Tagore:
….Como en el anochecer entre los árboles silenciosos, mi pena,
Callándose, callándose, se va haciendo paz en mi corazón.

Romántico y de temperatura bohemio se contamina de las emociones de lo simbólico, navega en su soledad, investiga en los paisajes áridos, pinta con tonos terrosos, agrisados, monótonos, ocres. Imprime la belleza de la maternidad de la Madre Naturaleza a través de elementos oníricos que enriquecen la mirada.

Pero ahora nos ha querido presentar una obra llena de luz, que él la titula. A ti te admiro Gran Canaria. Una pintura cálida de trazos impresionistas, que se pierde en hermosos rincones, de mar y de arena y en su ruta deja un lugar para el encuentro, para la paz, para enamorados que pasean, flotan.

Y pinta pequeños caseríos. Los ilumina con pinceladas sobre tela y sobre el silencio de la mirada como él dice.

Llena su obra de ráfagas de color y de agua, se salpica de ese flujo y con un dominio evidente asoma su propia personalidad, que es como su obra llena de emociones, profunda. Libre atiborrada de ensoñaciones, de flores. De silencios apresados por una flor de mar envuelta en una luz azul romántica.

O un drago verde, húmedo. Y ramajes leves, muy finos, tapizados de pequeñas florecillas que huelen.

Y recorre despacio nuestra geografía, sube al Roque Nublo, a Moya, se adentra en Agüimes o Tirajana, se llena de su tibio calor, de sus caseríos cuajados, de la alegría de la Romería, de los mercadillos colmados de aliento, esboza sus elementos, sus diálogos.

Se aplica al retrato y en la naturalidad del deseo, deja fluir el desnudo, la chispa del misterio y lo hace como una invitación que nos traslada al Renacimiento, al gozo terrenal.

Le gusta acercarse a la gente, compartir, evocar situaciones. Creo que ahí su secreto, porque estoy convencida de que estamos ante un gran pintor con talento, ante un gran hombre con un sueño, que hoy nos ha abierto la ventana de su realidad fantástica, de su arte.

Autora: Rosario Valcárcel

5 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen gusto en la forma de contarlo y en la forma de presentarlo, con esas imágenes que van entrando lentamente

Roberto Samper dijo...

Nuevamente un comentario de alguna actividad cultural en Gran Canaria me deja con los dientes largos. La obra de este autor que desconocía me ha resultado muy interesante, sobre todo esos cuadros que como comentas, Rosario, han sido influídos por la estética y la técnica impresionista.
Un abrazo.

Alfonso dijo...

Interesante y apasionada, como siempre, reflexión de Rosario sobre esta exposición, de la que sólo quiero destacar, en mi modesta opinión, otras influencias en la pintura de este autor. Están presentes la paleta de colores intensos de El Greco, el vitalismo de Sorolla,el mundo onírico de Dalí y el misticismo protestante de Friedrich.

Una sugerencia: las obras pasan ante nuestra vista y podemos disfrutarlas, pero no podemos leer sus títulos, lo que dificulta el comentario pormenorizado de las mismas. Un saludo al técnico.

Anónimo dijo...

Gracias en nombre del pintor, por su magnífica obra Yo me he limitado a contar algo de lo que he visto.
Es cierto que no tenía títulos las obras.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

lo mejor de Fernando Jiménez es su propia persona. Un tipo impresionante, ingeniero y profesor universitario, que por encima de todo ama la vida, la bohemia, siente la pasión por ser él mismo. Este viernes, día 23, a las 8.30 en Malow, Santa Brígida, calle Tenderete, expone grabados eróticos en metacrilato, muy interesantes.