V de Vendetta


Aprovechando los días de vacaciones del puente de los trabajadores, decidí ver por fin la película que uno de mis alumnos insistía hace meses en que viese: V de Vendetta. Reconozco que me costó decidirme, pues el trailer que vi en el cine en el 2005 me hizo creer que era una de tantas películas basadas en cómics de superhéroes, de desigual calidad, dicho sea de paso. ¡Qué poca justicia le hace el tráiler a esta producción cinematográfica!

En primer lugar, y diferenciando el cómic en que está basado, de la película, debo admitir que no he leído el cómic de Alan Moore, con la excepción de algunos fragmentos que encontré en una página web libertaria. El cómic, acabado en 1988, le valió al autor británico el reconocimiento en varios premios de gran prestigio en su país: premio Eagle al mejor guionista en 1982, nominación en los Premios Eisner a mejor serie nueva, y nominación a mejor serie limitada en los premios Harvey, ambos en 1989. V de Vendetta sigue la estela de las novelas 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley, y Farenheit 451 de Ray Bradbury, tres obras llevadas también al Cine, y que narran distintos modos de expresión del espíritu libre y rebelde del ser humano, frente a Estados totalitarios que controlan todos los aspectos de su vida y pensamiento, en una hipotética sociedad no tan lejana. Como ellas, V de Vendetta se sitúa en un escenario futurista, y tiene un mensaje de profundidad política de fondo, pero se diferencia de aquellas en que parte de un personaje histórico de 1605, previo a la revolución burguesa en Inglaterra de 1648.

En cuanto a la película, combina las dos cualidades requeridas para convertirse en un clásico de cualquier género cinematográfico, y en especial en el de política-ficción: calidad y entretenimiento. A diferencia de la moda imperante, la acción es la imprescindible en la narración (tres peleas y dos explosiones), evitando escenas de violencia gratuita o de lucimiento de coreógrafos de escenas de acción. Por el contrario, presenta momentos dramáticos, en especial en la descripción de los personajes y en la evolución de los mismos en la trama. La primera parte goza de gran intensidad, atrapando al espectador entre frases ingeniosas y que invitan a la reflexión (“Justicia, libertad e igualdad son más que palabras, son metas alcanzables”, “El pueblo no debe temer a los gobernantes, los gobernantes deben temer al pueblo”), e imágenes de gran plasticidad, entre las que destacan las del líder siempre presente a través de una enorme pantalla (nos recuerda al Gran Hermano orwelliano), o la imagen de un Corán prohibido (como todos los libros en Farenheit 451). Posteriormente la intensidad da paso al intimismo, volviendo a recobrar su fuerza inicial en los momentos finales.

En definitiva, la crítica es constante y compleja, denunciando especialmente el MIEDO, el miedo a lo diferente, a lo que disiente, y cómo el miedo es utilizado por el poder, fortaleciendo a los opresores que no dudan en emplear técnicas de manipulación de masas al más puro estilo goebbeliano.

Dejo fuera de estos comentarios lo relacionado con la dirección, producción o interpretación de la película, pues otros colaboradores podrán ahondar en dichos aspectos, y puesto que mi principal intención se basa en la reivindicación del Cine como vía de reflexión político-social, creo que lo dicho satisface dicha pretensión. Gracias Joshua.

Autor: Alfonso Samper Valcárcel

8 comentarios:

Roberto Samper dijo...

Yo, que tampoco había leído el cómic, como soy también un admirador de ese subgénero de la ciencia ficción que trata las sociedades ultracontroladas y catastróficas, disfruté bastante de esta película. Sobre todo cuando la vi en inglés, ya que Hugo Weaving afronta un desafío considerable al encarnar a un personaje que lleva una máscara en todo momento, por lo que su voz, muy comunicativa además, merecía en mi opinión ser apreciada al natural. Si a eso le sumamos la presencia de John Hurt, otro actor (que ya afrontó en "El hombre Elefante" un reto similar), y que el vocabulario usado es muy inglés, con expresiones como "bollocks"; el resultado es muy recomendable para cualquier anglófilo. Además se puede disfrutar de unas vistas de la ciudad excelentes y ese espíritu londinense, que se ha puesto tan de moda en el cine de los últimos años.

Anónimo dijo...

Quién es Joshua?

Parece que poco a poco le va cogiendo el gustillo a esto de la blogosfera, no?

Anónimo dijo...

caramba, le dan a uno ganas de ver esa película. Y es que la cartelera habitual en estos últimos meses es de pena. Este año hasta las películas de los Oscars han sido infumables.

Anónimo dijo...

Un apunte: las películas de los Oscars nunca han sido, y menos los últimos años, (incluso las últimas décadas), garantía de calidad, si quiera de buen cine.
Y una recomendación: como excepción a lo anterior, aunque por supuesto no ganó el Oscar, una de las mejores películas de los últimos años: "Pozos de ambición" (There will be blood).

Anónimo dijo...

Despues de un pequeña ausencia de este blog mio y vuestro y nuestro, aqui volvemos otra vez para comentar lo que se nos ponga por delante.


Pues hombre, generalizar en todo siempre es malo, y en el genero de las peliculas de superheroes adaptadas al cine hay de todo, cosas como batman y robin o superman 4 o maravillas como batman begins o el primer superman. En este caso, V de vendetta es una novela gráfica pero no de superheores, que no todo comic o novela grafica americana tiene que ser de superheroes, sino que es una historia sobre un futuro imperfecto muy similar a los detallados en 1984 ( con una adaptacion a film magnifica protagonizada por , una vez más, john hurt y por richard burton) y farenheit 451( con otra maravilla de adaptación protagonizada por mi adorada Julie Christie y dirigida por Truffaut) y con una especie de justiciero( que no superheroe) empeñado en volar el parlamento britanico dirigido por un gobiernto dictatorial. Si la novela grafica es una obra maestra de ese genio que es Alan Moore( y el que odia ver sus obras adaptadas al cine), la pelicula no se queda muy lejos y es una adaptacion más que lograda( aun con sus puntos diferentes y alejados del comic) protagonizada por Natalie Portman, Stephen Rea, John Hurt( que como bien ha dicho robert, ejercio una labor de expresion corporal detras del espeso maquillaje de el hombre elefante) como el malvado dictador y un sensacional Hugo Weaving como el justiciero V, al que no se le ve el rostro durante todo el film y ejerce una labor de voz y expresion corporal inmaculada( imprescindible la version original en este caso). Una pelicula sin duda que merece muy mucho la pena.

Tema Alan Moore: tambien han sido adaptadas de este autor la mas que correcta desde el infierno, la cochambrosa la liga de los hombres extraordinarios y dentro de poco, esa obra maestra que es Watchmen, comic sumamente dificil de trasladar al cine y que si es de superheroes, esta vez mezclado con otro futuro imperfecto como en las obras anteriormente citadas.


Tema Cartelera actual y oscars: pues hombre, hay de todo un poco aunque es cierto que el cine de hoy dia da asquito en su mayor parte, aunque siempre hay grandes peliculas que rescatar de tanta basura, como diria leviatan. Y las peliculas de los oscars del ultimo año hay cosas mas que buenas como Lejos de ella,sweeney todd, pozos de ambicion, no es pais para viejos, etc. Los oscars no son garantia de nada, pero tambien es dificil que las peliculas nominadas o ganadoras sean malas. Si bien esto es como siempre, a gusto del consumidor.

El Joshua ese no es el de los morancos???

Anónimo dijo...

más bien tiro para Joshua Nkomo.

Me ha gustado mucho la crítica, así como los comentarios que han ido añadiendo. Pensaba poner yo el mío, pero no hay mucho más que decir, ha sido analizada a fondo. Un saludo

Roberto Samper dijo...

A mí la verdad es que los Oscars me gustan como ceremonia en la que se reunen los cineastas y, cuando lo presentaba Billy Crystal me solía reir mucho con sus comienzos de la gala.
Luego lo que son los premios que dan la verdad es que me influyen más bien poco, como muestra, de mis cinco directores favoritos sólo Billy Wilder ganó el óscar a mejor director, ya que ni Chaplin, ni Kubrick, ni Fritz Lang, ni tan siquiera Hitchcock lo ganaron en esa categoría, algo que si bien no descalifica a la Academia por completo si que al menos plantea dudas acerca de la validez de sus premios.

En cuanto a la larga polémica acerca de la supremacía del cine clásico sobre el actual, aunque sólo con ver mis directores favoritos queda claro por cuál me decanto, debo decir también que hoy en día hay algunos grandes cineastas en activo y que cada año hay al menos 20 muy buenas películas, a pesar de que de esas 20 pocas sean joyas indiscutibles de la Historia del Cine. Ahora bien, en mi opinión, el cine clásico juega también con esa pequeña ventaja que le otorga el tamiz del tiempo. A veces nos da la impresión de que en 1944 sólo se hicieron PELICULONES porque las que no lo eran simplemente han caído en el olvido. Estoy seguro de que incluso en años como ese o el 39, había muchos que decían que ya no se hacían películas como las de antes...

Anónimo dijo...

Exactamente, no cabe la menor duda que en tiempos pasados se hicieron muchas peliculas malas tambien. Y aunque ya se recurra al dicho de cualquier tiempo pasado fue mejor como un topicazo mas que peligroso, en gran medida no deja de ser cierto en muchos ordenes de la vida, en el arte y en el cine concretamente, la estadistica esta ahi y solo hay que ver la cantidad de pelis buenas y malas que se hacian en los 30, 40, 50, 60 o 70 y las que se hacen ahora. Los numeros cantan. Ahora bien, como dice robert, el tamiz del tiempo es algo que tambien siempre juega en contra de los tiempos modernos.