The Doors: La Revolución de los 60

Los 60 fueron años decisivos en la historia de la música. Si en los 50 habían aparecido los primeros rockers en Estados Unidos (Elvis, Little Richard, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Carl Perkins, Buddy Holly, etc), los 60 eran los años de la psicodelia, el swingin London y la invasión británica, con los Beatles a la cabeza y a los que siguieron un montón de grupos y solistas (los Rolling Stones, Tom Jones, Eric Clapton ,David Bowie, Elton John, Donovan, los Who, Pink Floyd, Los Kinks, etc)y en los soleados Estados Unidos de América empezaron a brotar la respuesta made in Usa, respuestas como Jimi Hendrix, los beach boys Bob Dylan, Janis Joplin o los que hoy nos ocupan, the Doors con Jim Morrison a la cabeza.

James Douglas Morrison es una de las mejores cosas que le han pasado a la historia de la música. De sangre India Cherokee, nació en California en 1943 y desde muy pequeño sintió la llamada de la selva y se hizo un nómada moderno en el estado de California. Recorría ciudad a ciudad dando tumbos, fumando porros de marihuana y escribiendo poemas del estilo renacentista francés. Un buen día recalo en una escuela de cine, estuvo estudiando durante un corto periodo de tiempo e hizo un par de cortos bastante estrambóticos, y dejado la misma cansado de que la gente no comprendiera el mensaje oculto de sus cortos. Un día, andando por la playa después del correspondiente chute, se encontró con su compañero de escuela Ray Manzarek, le leyó un poemas que había escrito, los canto en forma de canción y Manzarek quedó gratamente sorprendido. Le comentó que tenía un par de colegas con los que estaba intentando montar una banda y le ofreció unirse a la misma como cantante y compositor. Como Jim no tenía otro sitio a donde ir ni otra ocupación que realizar, aceptó y propuso como nombre del grupo The Doors, tomado del nombre de un libro de Aldous Huxley titulado “las puertas de la percepción”, acerca la percepción mental sobre el mundo de las drogas.


De ahí al estrellato. Las oscuras letras de Morrison, el genio al teclado de Manzarek, La guitarra prodigiosa de Robby Krieger y la batería de John Densmore. Todo ello formaba un cocktail psicodélico y efervescente, pero sobre todo The Doors eran Jim Morrison. Ya desde la primera portada de su primer disco, titulada simplemente The Doors, se anunciaba quien era el alma y el espíritu del grupo, con el rostro entre tinieblas de Morrison, desafiante y turbador, con la mirada perdida y el gesto turbio. El rey lagarto le llamaron. El poeta oscuro llegó a ser. Subía al escenario y empezaba su propio show, el show de un poeta cantante que parecía que cantaba, sino que hablaba, pero su voz era como la de un encantador de serpientes que hipnotizaba a todo su publico. Su exagerado consumo de drogas y alcohol le fueron poco a poco llevando a la tumba, y su muerte fue en 1971, con solo 28 años. Otro héroe que se nos fue demasiado pronto. Fue enterrado en Francia, junto a sus ídolos, los poetas renacentistas.


El legado de Jim Morrison y The Doors es algo realmente valioso para la música pop-rock contemporánea. Mezclaron varios estilos y corrientes, desde el rock al blues, desde el jazz al flamenco, en multitud de canciones míticas como Break on Through (to the other side), Light my fire, Strange Days, Riders on the Storm, L.A. woman, People are strange o The end (quien no recuerda ese principio del Film “Apocalypse Now”, con ese Martin Sheen haciendo gestos de kárate bajo un mareante ventilador a los acordes de esta canción). Pero sobre todo The Doors eran Jim Morrison, una de las personalidades más únicas y singulares de la historia de la música. Todo en el fue excesivo, vivió tan rápido como pudo y murió siendo un bonito cadáver. Pero sobre todo nos dejo un legado de canciones y oscuras y enigmáticas letras de poeta renacentista. En la película “The Doors” de Oliver Stone, una biografía algo exagerada de Morrison y compañía, pero sin duda atrayente y magnífica, Val Kilmer realizaba una interpretación excelente del mítico Morrison, cantando él mismo las canciones de Morrison e imitando su voz de una manera prodigiosa.

Como decía el mismo Jim: “Yo soy el rey lagarto, que parto y reparto. Contestadme a una pregunta, ¿sois realmente libres?. No sois más que un montón de putos esclavos. ¿Quién quiere ser un puto esclavo? Sed libres conmigo” El rompió las barreras de las mentes de la gente, colaboro un poco más en la revolución mental de los 60, que después se expandió de una manera rotunda en el mayo del 68. Si Inglaterra tuvo a su John Lennon y a su Mick Jagger, Estados Unidos tuvo a su Jim Morrison.

Les hablo Mister Lennon, desde Strawberry Fields.

1 comentario:

Anónimo dijo...

excelente y documentadísimo trabajo de Mr. Lennon, que tanto domina el séptimo arte como la música avanzada