Mañanas Abandonadas, Aïcha Bassry

La semana pasada les recomendaba un corto sobre la situación de la mujer en África y la pena de muerte, de una dureza considerable. Como consecuencia, me quedó un cierto mal sabor de boca ya que aunque considero necesaria la denuncia de la injusticia, soy más partidario de la construcción y de la observación de lo positivo.

De este modo, para resarcirme, he pensado en ocupar la entrega de hoy del ciclo de poesía femenina recomendando un libro publicado a finales del año pasado por el Grupo de Investigación Ixbilia, la editorial Alfar y la Unión de escritores de Marruecos, llamado “Antología de la Poesía femenina marroquí”. Un compendio de la obra de 18 autoras que trata de popularizar y promocionar la creación de las que consideran bien de las más importantes creadoras de ese país o bien de las más prometedoras de las nuevas generaciones.

A pesar de que debo reconocer que aún no he podido leer ese tomo de edición bilingüe árabe-castellano, la iniciativa ha captado mi atención ya que se trata de un tipo de literatura prácticamente a contracorriente, sobre todo si tenemos en cuenta que proviene de una sociedad en la que el papel femenino es a menudo subyugado a la figura del hombre y, no en menor medida, si consideramos que su destinatario es en un país que si bien ha hecho avances, aún dista mucho de tener la mente abierta hacia los inmigrantes de esa nacionalidad.

De entre las dieciocho poetisas, como ejemplo, he encontrado los versos de Aïcha Bassry, nacida en 1960 y que actualmente ejerce como funcionaria del Ministerio de Educación Nacional de Marruecos. Espero que les gusten y si lo desean, lean algo más de su obra y biografía aquí.

Mañanas Abandonadas
Te echo de menos
cuando los pájaros picotean una vieja llaga
…y me entristezco.

Te echo de menos
entre el murmullo de las hojas de otoño
y la suave lluvia.

Te echo de menos
cuando una bandada de mariposas aburridas
huye de mis manos.

Te echo de menos
cuando se despreocupa de mí
la cigüeña del minarete de enfrente
pelando una naranja a su pareja.

Te echo de menos
cuando se juntan las mañanas
abandonadas en mi lecho.

Te echo de menos
cuando las lágrimas se congelan en mis párpados.
Te necesito, brisa cálida, para que hagas llover.

Te echo de menos
cuando la noche cree en las calumnias de la noche
y abandona mi terraza.
Cuando el corazón se convierte en buzón de cartas que nunca llegan.

Te echo de menos
cuando se disuelve el silencio
y, en su soledad, la habitación se pudre.

Te echo de menos…
Cuando la pérdida se convierte
en la eterna canción
de una vida diminuta.
Aïcha Bassry (1960 - )

Autor del post: Roberto Samper

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso poema sin duda. YO creo firmemente que tanto la denuncia de la injusticia por dura que pueda resultar como la construccion de otras cosas bonitas deben de tener su espacio. Tanto la denuncia como el arte son tan necesarios como la respiracion, ya que se trata de cultivar tanto el alma humana como la mente.

Roberto Samper dijo...

Si, si, por supuesto que ambas son necesarias, lo que quería decir es que a mí personalmente me resulta más fácil buscar lo positivo. Pero reconozco que hay muchas razones para ser pesimista en nuestra sociedad y que a veces es tan necesaria una buena idea como una crítica constructiva a una situación de injusticia. De cualquier manera al final hice ambas en cuatro días, criticar con el video de Nasija y felicitar a aquellos que luchan por cambiar la situación con este post sobre el libro de las Poetisas Marroquíes.
Un saludo.