Crónica de los Oscar

Una vez estado en red carpet de los Baftas Británicos, me dispongo a relatarles lo acontecido en los Oscars Americanos de este año y visionados en la cadena de pago conocida como digital plus (como se puede intuir, no hice acto de presencia porque el presupuesto no da para tanto). Una vez dichas las chorradas varias de rigor, empecemos con lo medio serio. Este año la cosa estaba bastante competida entre dos magníficos films bien distintos entre si, No es país para viejos, de los hermanos Coen y Pozos de Ambición, de Paul Thomas Anderson (desastrosa y ridícula traducción patria del sugerente titulo original, there will be blood), con ocho nominaciones cada una.

Otros títulos se reparten el grueso de las demás nominaciones, como la académica Expiación, la algo sobrevalorada Juno o intenso thriller de abogados Michael Clayton. Otros títulos como la interesante La vida en Rosa, la excepcional y animada Ratatouille o la espléndida Sweeney Todd se llevan algunas nominaciones más. Pasemos al análisis de la corta, algo pesada y sosa ceremonia y de los principales premios de un año protagonizado por la huelga de los guionistas en Hollywood, que a punto estuvo de dar al traste con la misma entrega de Oscars y que se cargo los globos de oro. Pero se ve que la consabida huelga tuvo efectos negativos en la ceremonia y la cosa acabo resultando una entrega intrascendente y pesada, a pesar de su corta duración.

LA CEREMONIA:

Por segundo año, el presentador y cómico televisivo John Stewart presentaba los premios. Empezó seguro y confiado y con una buena ristra de chistes entendibles para todo el mundo, pero luego se perdió en una maremagnum de chistes y bromitas excesivamente yanquies y fue claramente de menos a más, llegando algunas a ser directamente insufribles (la broma con lo de Hitler directamente fusilable). Desde luego, Stewart es más un cómico de humor político y genuinamente yanqui, que un presentador adecuado a una entrega de premios que se trasmite a todo el mundo y sus repetidas bromas de tono político con Barak Obama, Hillary Clinton y todo dios presente en la campaña de las elecciones Estadounidenses, resultaron bastante cansinas. Y todo esto con un tono demasiado correcto y contenido. Vamos, que el amigo Stewart no llegó a los niveles de demencia anticómica del aún peor y más americano David Letterman, pero que tampoco pasará a la historia de los presentadores más jocosos de los Oscars. Bonito su reconocimiento a la extraordinaria interpretación de Julie Christie en Lejos de ella (con ovación del publico correspondiente), y bastante menos extraordinaria su broma acerca de Hillary Clinton y su marido, tomando como referencia el argumento sobre el Alzheimer en lejos de ella.
Bonito el homenaje a Robert Boyle, un prestigioso director artístico de cerca de 100 años que ha trabajado con casi todos los mejores, Hitchcock incluido. Y un excesivo uso de los videos, aunque excelentes y entrañables la mayoría de ellos. Las canciones y números musicales desde los aceptables (once) a los directamente fuera de contexto (los de la película encantada) y un tono lento, soso y un ritmo apagado y lento hicieron del espectáculo algo bastante tedioso.

LOS PREMIOS:


El premio a la mejor película se lo llevo la excelente No es País para Viejos, de los hermanos Coen, un film angustioso, duro y violento, pero repleto de cine por los cuatro costados, con unos excelentes Josh Brolin, Tommy Lee Jones y Javier Bardem al frente del reparto. Sin duda, un premio merecido a pesar de la calidad de algunas de sus competidores como pozos de ambición o Michael Clayton, o la Británica expiación. No se puede decir lo mismo de la otra competidora, Juno, comedieta juvenil más que sobrevalorada. Se echaban en falta nominaciones a otras grandes películas como Sweeney Todd, Lejos de ella, La vida en Rosa, Deseo, Amor y Peligro o la misma Rataouille.

El de mejor director se lo llevaron ese monstruo de dos cabezas que forman los hermanos Joel y Ethan Coen, como los llama Javier Bardem. Parco en Palabras Joel y más expresivo Ethan, agradecieron un merecido premio a una trayectoria impecable en el que los hermanos rebeldes de Minessotta han atacado distintos géneros y nos han regalado joyas como Fargo, Muerte entre las flores, Barton Fink o El Hombre que nunca estuvo allí.

Dos de los autores más interesantes del panorama actual y que nos han regalado un autentico infierno en los desiertos de Texas, merecedor de principio a fin de todos los premios que se ha llevado. Ni que decir tiene que los excelentes trabajos de Paul Thomas Anderson en Pozos de Ambición, Tony Gilroy en Michael Clayton o Julian Schnabel en La Escafandra y la Mariposa tampoco hubieran desmerecido el premio, pero los Coen son justos ganadores.

El premio como mejor actor correspondió a uno de los mejores actores vivientes y uno de los mejores de su generación y de hoy día , el excelente actor Británico-Irlandés Daniel Day-Lewis, que con su memorable tour de force en pozos de ambición, interpretando a un despótico y cruel magnate del petróleo del Oeste Americano, con una pasión y una fuerza e intensidad fuera de lo común. Es el segundo Oscar en la carrera de Day-Lewis (el primero fue por su portentoso trabajo en Mi pie Izquierdo, dando vida a un paralítico cerebral), un actor que no se prodiga demasiado en el cine, pero que cada vez que lo hace resulta un acontecimiento debido a la intensidad y a la minuciosidad con que se entrega a cada papel.
También estaban en liza el portentoso Johnny Depp de Sweeney Todd, el sobrio George Clooney de Michael Clayton, el sólido Tommy Lee Jones de En el valle de Elah, o el turbio Viggo Mortensen de Promesas del Este, pero sin duda Day-Lewis se lleva el gato al agua en cuanto a calidad interpretativa. Premio merecidísimo a un genio de la actuación.

Como mejor actriz , la recompensada fue la francesa Marion Cotillard, protagonista de La vida en Rosa, y en la que realiza un soberbio trabajo dando vida a la decadente cantante y mito galo por excelencia Edith Piaff. Y aquí hago el pero debido. Nadie duda de la calidad interpretativa del trabajo de Cotillard, que interpreta a la Piaff con un desgarro y una fuerza merecedoras de todo elogio, pero resulta que en esta categoría estaba también mi querida y admirada Julie Christie, con una interpretación aun mejor en Lejos de ella. El trabajo de Julie en esta película es de una calidad de quilates de oro, dando vida a Fiona, una mujer que poco a poco esta siendo atacada por la enfermedad del Alzheimer y con la correspondiente degradación física y mental. En un trabajo sobrio, inteligente, contenido, pero de una inmensa tristeza, fuerza y precisión, este era sin duda el mejor trabajo femenino del año y el que merecía el oscar. Y aunque en mi pueda pesar algo mi subjetividad por mi devoción a la excelente actriz Británica, les digo esto desde el convencimiento de que su trabajo era el mejor del año y a los premios conseguidos anteriormente (todos menos el Bafta) me remito. Aun así y sintiendo pena por el no reconocimiento a la inmensa labor de Julie Christie en Lejos de ella, el trabajo de Cotillard en La vida en Rosa es merecedor también de todo elogio y no es un premio totalmente desmerecido. En el resto de la competición se encontraban una algo sobreactuada Cate Blanchett en La Edad de Oro, Una correcta sin mas Ellen Page en Juno y una estupenda Laura Linney en The Savages.

Como mejor actor secundario gano el excelente Javier Bardem por No es país para viejos. Un premio totalmente merecido para el actor español (y es el primer español que lo gana) en una interpretación de una maquina de matar llamada Antón Sherjoff que sólo con su mirada despierta los temores mas insondables a los que le rodean. Bardem es sin duda uno de los mejores actores Españoles y Europeos en la actualidad y se lo merece por la calidad de su trabajo, y estuvo bastante simpático en su agradecimiento y su dedicación a su madre , Pilar Bardem. Aunque el cubrimiento de los medios hispanos sobre el tema resultó, como de costumbre, más que cansino. La competición fue magnífica, con unos estupendos Tom Wilkinson, Hal Hoolbrok, Cassey Afleck y Philip Seymur Hoffman.

La mejor actriz fue la galesa Tilda Swinton por Michael Clayton. Actriz elegante y sobria, Swinton compone un personaje que se mueve entre la frialdad con clase y el egoísmo sombrío propio de una pez gordo de una poderosa empresa Americana con demasiados temas por poner a cubierto. Premio también merecido y con una gran competencia de parte de la veterana Ruby Dee, la estupenda Amy Ryan, la Portentosa Cate Blanchett de I’m not there (encarnando con asombrosa veracidad a una versión femenina de Bob Dylan) y la adolescente Sassoire Ronan, la joven revelación de Expiación.

El premio a mejor película de animación fue para Ratatouille (merecidísimo) y los premios técnicos se los repartió El ultimátum de Bourne. Un premio más para el país de los hermanos Coen por el mejor guión adaptado y un inmerecido premio para el guión original de Juno, con la curiosa Diablo Cody recogiendo la estatuilla.

En, una entrega de Oscars sosos y bajo mínimos que si bien repartió una mayoría de premios más que merecidos, aburrió a los que la contemplamos. Con unos cuantos bostezos, alguna decepción por la no recompensa a mi actriz favorita y musa y unos dedos cansados de tanto teclear, se despide el autor de esta crónica, esperando que los Oscars del año que viene sean como mínimo algo mejores y sobre todo, deseando que no se hayan aburrido con esta lectura, y si lo han hecho, que lo hayan hecho menos que con el debate de Zapatero y Rajoy, donde unos señores que ejercen de políticos o parecido enseñaban todo el rato unos gráficos que no se veían en pantalla y daban unas cifras que no las entendía ni Pitagorín con hormonas cerebrales. Noches aburridas estas últimas parar los televidentes, sin duda.

Les hablo Mister Lennon, desde Strawberry Fields.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te dejo mi crónica de los Oscar supuesto amigo Lennon.

Cada año hay una fecha señalada en mi calendario Cinematográfico, una fecha en la que se celebra la ceremonia de entrega de los Oscar. Yo la llevo siguiendo hace muchos años y ya es como un ritual. Mientras todos duermen yo permanezco despierto hasta largas horas de la madrugada. Improviso un pequeño Picnic, para poder amenizar un poco la gala.

Me tapo con una mantita y tengo a mano mi quiniela de los Oscar. Espero no ser el único Friki que hace estas cosas.

Antes de empezar la gala, desfilan por la alfombra roja cientos de actores, entre ellos los nominados. Es el escaparate ideal para ver esos trajes deslumbrantes que llevan las estrellas…este año predomina el negro.

Tengo que aclarar algo, para mi los Oscar no deja de ser un espectáculo superficial donde la academia nomina películas que pueden ser del gusto o no del público, algunas veces aciertan nominando a lo que a juicio de muchas personas ha sido lo mejor del año y otras se dejan llevar por la comercialidad y la opinión de críticos que se creen semidioses.

Los críticos pueden descalificar a cierto tipo de películas y ponerlas como lo peor, pero la última palabra la tenemos nosotros, el público. A lo largo de la historia los Oscar se han dejado en el tintero grandes películas y han olvidado de premiar a grandes maestros como Alfred Hitchcock o Stanley Kubrick…pero bueno, yo los sigo como una tradición y como amante del cine que soy, me gusta involucrarme en este tipo de eventos.
Los premios no hacen mejor a nadie ni en este caso a una película, solo el tiempo es lo que hace que perdure en nuestras retinas y en la memoria, es mi opinión personal.

Este año tiene un aliciente mayor la gala de los Oscar, ya que se encuentran dos españoles nominados, Javier Bardem como mejor actor secundario por No Es País Para Viejos y Alberto Iglesias por la banda sonora de Cometas En El Cielo.

Tengo que decir que ha sido una de las ceremonias más sobrias que he visto en años y creo que la huelga de guionista ha tenido que ver mucho. Sobre todo en el presupuesto, no ha habido grandes alardes y adornos como en otros años, pero bueno tampoco ha durado tanto, y eso es de agradecer…todo ha sido bastante rápido. Eso si, los americanos serán una sociedad muy hipócrita y fantasma, pero tienen un concepto del espectáculo que en España y en general en Europa estamos a años luz de alcanzar su grandiosidad.

De maestro de ceremonias repite el presentador y comediante Jon Steward y la verdad que el tío lo borda. Muy correcto en sus comentarios y como impera la norma en este tipo de espectáculos ameniza la velada con monólogos irónicos acerca de los nominados y de la campaña política Nortemaricana.

La noche no empieza nada mal, Javier Bardem gana el Oscar al mejor actor por No Es País Para Viejos y se convierte en el primer actor español en conseguir la ansiada estatuilla dorada. Al recogerla suelta un discurso, agradeciendo a los hermanos Coen la oportunidad de haberle regalado tan enigmático papel y se suelta unas palabras en español dedicándoselo a sus familiares y a España, haciendo una reivindicación hacia los humoristas olvidados a lo largo de la historia…muy emotivo el discurso.
Ratatouille cumple con las apuestas y gana el Oscar a la mejor película de animación…opino que esta joya debería estar entra las cinco candidatas a mejor película del año, quien no la haya visto, está tardando, es deliciosa.

Hay ganadores sorpresas, como la británica Tilda Swinton que gana el Oscar contra todo pronóstico como mejor actriz secundaria por Michael Clayton o el Oscar a la mejor canción por esa pequeña gran película llamada Once…los premios han estado muy repartidos, de las películas nominadas a mejor película, todas han rascado algo, Juno como pasara el año pasado con Pequeña Miss Sunshine, se hace con el Oscar al mejor guión original, Pozos De Ambición se lleva dos por su fotografía y por el mejor papel protagonista para Daniel Day Lewis.

Expiación gana el Oscar a la mejor banda sonora y Alberto Iglesias se queda a las puertas del premio un año más…pero es que la banda sonora que ha creado Dario Marianelli es hermosa. Personalmente es de lo mejor que he escuchado en años.

Se podría decir que han sido unos premios muy europeos, de los cuatros actores ganadores, no ha habido ningún Norteamericano, lo que quiere decir que la academia se esta abriendo cada vez más al resto del mundo y eso es una gran noticia.

La sorpresa con mayúsculas de la noche fue a parar a la ganadora a mejor actriz protagonista, la francesa Marion Cotillard se hizo con el Oscar encarnando en la gran pantalla a la cantante Édith Piaf, una de las más celebres artistas francesas que ha existido. La chica no salía de su asombro, estaba bellísima y tuvo un bonito discurso, “Gracias a la vida, gracias al amor, es cierto que hay Ángeles en esta ciudad”

No Es País Para Viejos se hizo con los premios gordos, aparte del ganado por Javier Bardem como mejor actor secundario, hay que añadirle el de guión adaptado, Dirección, ambos Oscar para los hermanos Coen y a mejor película del año.

A falta de ver Pozos De Ambición y Juno, de las películas que luchaban a ganar a la mejor del año, creo que No Es País Para Viejos es la justa vencedora…una película muy seria, donde te mantiene en vilo e incluso se llega a pasar momentos de miedo. Mucha culpa de ello la tiene Javier Bardem , cada vez que aparece en escena a uno se le hiela la sangre, hace un papel de un psicópata despiadado, con su extraña filosofía de la vida y su modo de aniquilar a todo ser viviente….un papel que será recordado en la historia del cine.

Por lo demás, lo de siempre. La otra cara de la moneda, los olvidado de cada año, películas como Zodiac, Across The Universe e imagino que Sweenet Todd, ya que no la he visto, podrían haber tenido alguna posibilidad de cara a las nominaciones…para gusto los colores.

Total casi tres horas y media de gala o un poquito más, ya no me acuerdo. Pasa un año más, se termina la octogenaria edición de los Oscar y se abre la veda para nuevas propuestas que puedan impactarnos a lo largo del año.
Enhorabuena a Javier Bardem, por su merecido Oscar, aparte de representar a España, representa a Canarias. Yo no me siento muy patriota la verdad, como si Bardem es de Tegucigalpa…me da igual. Pero me siento orgulloso de que haya nacido en el mismo barrio que mi padre. Hasta los próximos Oscar.

El Arca de Sofía dijo...

Llevo ya bastantes años sin poder ver las ceremonias de entrega de los Oscars, aunque me gustaban mucho cuando tenía la suerte de poderlas seguir. Para colmo, de las películas que competían este año sólo he visto unas pocas y por tanto no puedo opinar acerca de si "No es país para viejos", que me gustó a pesar de recordarme demasiado a "El Bueno, el Feo y el Malo" (con personaje Carson y súplica de "agua!" incluídos), es mejor o peor que "There will be blood", que tan buena pinta tiene.
Tampoco he podido ver Juno, aunque lo cierto es que a priori me vino también a la cabeza "Pequeña Miss Sunshine", ojalá sea igual de buena.
Interesantes ambos comentarios que me hacen reafirmarme en el propósito de Oscars nuevos que comentaba hace unos días: "para el año que viene veré todas las películas que compitan en las categorías más importantes antes de que tenga lugar la noche de los Oscars, para así, unirme a ese freaky-ritual que debo confesar hice una vez, de preparar una quiniela con mis favoritos.

Anónimo dijo...

De supuesto nada, Colega Leviatan, que aqui todos los que posteamos en este blog somos colegas.

Bastante de acuerdo en tus opiniones, salvo alguna cosa como la supuesta gracia de Jon Stewart al aun no se la he encontrado.

Y para terminar y a colacion del oscar a la mejor actriz, cito a carlos boyero( tipo que normalmente me cae como una patada en los mismos pero aqui bastante acertado)en el País:

"Nada que objetar al maquillaje de Marion Cotillard, a su meritorio parecido físico y psíquico con Edith Piaf, pero esta señora competía con Julie Christie, palabras mayores como actriz y como mujer. Ya me he olvidado de La vida en rosa. Imposible hacerlo de cualquier aparición en la pantalla de la fascinante Julie Christie desde hace cuarenta años. Cosas del corazón. Pero el cerebro también me lo asegura."

Hago mias sus palabras.

By Mister Lennon.