La guerra y Julie Christie
Hace poco, harto de la telebasura que nos inunda y nos convierte en zombis de la cultura basura de nuestra sociedad moderna y en donde cualquier desgraciado o desgraciada criatura es elevada a los altares de la mediocridad y de la fama efímera quien sabe porque extrañas y oscuras razones, me puse a buscar algo mínimamente potable en la prensa escrita y en Internet. Una noticia llena de satisfacción mi mente, mi espíritu y mi corazón. Una de mis adoradas musas del cine y del no cine,la actriz británica Julie Christie vuelve a los escenarios londinenses( en el royal court theatre del west end) después de una ausencia de más de una década para protagonizar un monólogo escrito para denunciar y protestar por las guerras en general. Julie, gran actriz, hermosa, elegante e inteligente mujer e infatigable y comprometida activista en favor de la paz, de los derechos humanos y de otras varias causas, encarna en esta obra- monólogo titulado “cries from the Heart”(gritos desde el corazón) a una viuda somalí que acaba de perder a su marido , victimas de los morteros de una guerra sin sentido (¿acaso alguna lo tiene?), y donde relata su desgraciada vida y la de sus familiares y a la vez pide explicaciones del porqué de las guerras y denuncia la extrema crueldad que puede llegar a practicar el ser humano en estado de guerra. Según las propias palabras de Julie: “solo vuelvo a actuar para denunciar los sinsabores y las desgracias que pueden llegar a ocasionar las guerras , y espero que sirva de algo para que la gente reflexione y piense en la total inutilidad de los conflictos armados. La recaudación de esta función única de un día irá destinada a una asociación con la que colaboro desde hace muchos años y que ayuda a las victimas de las guerras en todos los países del mundo”. Aparte del monologo de Julie, en la misma función también colaboraron gente tan prestigiosa como el actor Jeremy Irons y el dramaturgo y escritor Tom Stoppard para leer varios manifiestos contra la guerra. La función se celebro el pasado día 17 de junio y fue todo un éxito de critica (lo de menos) y público (lo que importa de verdad).
Aparte de que en ese día, adore y admire a Julie Christie un poco más (si eso es posible) que el anterior, me hizo reflexionar sobre el sin sentido y la estupidez de las guerras. Inteligencia militar son dos términos opuestos y contradictorios, que decía el genial Groucho Marx. Ciertamente, lo militar siempre ha estado obcecado. Hoy día incluso algo más. Ejércitos de hombres máquinas que llevan a la práctica los desvaríos mentales y amorales de una serie de políticos, a cada cual mas descerebrado que el anterior. Armas de alta precisión que llevan la muerte por doquier a países y lugares en todas partes del mundo. Una tecnología de muerte que chupa todo el dinero posible de otras muchas causas o destinos bastante más inteligentes y humanos, como el evitar el hambre, la enfermedad, etc. Intereses económicos puestos en práctica bajo la bandera de la mentira y la hipocresía, llenado las arcas los mas ricos e imbéciles de dólares, pero saqueando y haciendo saltar por los aires órganos y sangre de los cuerpos de miles de victimas inocentes. Niños que deberían tener en sus manos juguetes y muñecas las llenan de palas y picos para reconstruir sus viviendas y sobrevivir como pueden. Actos oficiales y pantomimas mezquinas donde los hombres maquina que tan bien describía Chaplin en el gran dictador, son condecorados con medallas en el pecho regadas de sangre, de muerte y de sin sabores y gritos angustiados y desalentados de miles de hombres, mujeres y niños que ya no viven por quien sabe porque estúpidas y bizarras causas.
Cuando le preguntaron al genial John Lennon(otra persona comprometida a favor de la paz) su parecer acerca de que le condecoraran con la medalla de la legión británica, el gran músico y compositor británico, con su irónico, ácido y particular sentido del humor contesto: “¿una condecoración de la legión británica? Pensaba que había que montar tanques, disparar bombas y matar gente para que te dieran una. Al menos me alegra saber que se la dan a gente que son simples artistas y que tratan de convertir la vida de la gente en algo un poco más alegre y feliz" No podría estar más de acuerdo con sus palabras. Las autenticas armas de destrucción masiva son las mentes de los dirigentes de hoy día y sus ejércitos militares. Sin las guerras y los ejércitos no se le podría haber parado los pies a Hitler y al nazismo en la segunda estupidez mundial, de acuerdo. Pero en las guerras hay supervivencia, nunca heroicidad. No hay nada que celebrar, todo es para lamentar. Las guerras son ruedas de muerte, destrucción y barbarie donde todos los que participan en ella se convierten en villanos, no existen los héroes en tiempos de guerra. Asia, África, Sudamérica, lugares donde aparte de los estragos por doquier que la pobreza , el hambre y la enfermedad realizan, tienen que soportar miles y miles de guerras y muertos para bochorno de la raza humana.
Puede que sea algo idealista, utópico, o de las miles de formas que se le quiera etiquetar, pero pienso sinceramente que si todos ponemos algo de nuestra parte, podremos lograr aunque sea algo. No hay que pasar la vida contemplándola, sino viviéndola y actuando en ella. El conformismo es un mal tan arraigado como la injusticia y los ardores bélicos de la sociedad. Por eso yo desde este pequeño atril digo no a la guerra. No a las mentiras que tratan de justificarla. No al derrame de sangre inocente en pos de la barbarie y el sinsentido, no a las ansias de poder, dinero y territorialidad a costa de vidas humanas. No al pasotismo ante la barbarie de nuestra civilización. No las pantomimas y ceremonias de la falsedad y la hipocresía en donde las medallas son puestas en los pechos de la gente que ha derramado sangre y las fanfarrias suenan para celebrar la muerte de lo que significa ser humano. Digo No a la guerra una y mil veces, hasta que mi voz se quede sin fuerzas y mis dedos se encallen de darle al teclado o al bolígrafo. Si ha servido de algo, el esfuerzo ha sido de sobras útil y necesario.
Para acabar, un pequeño poema de mi propia invención, que creo que retrata bien mis pensamientos y los de muchos otros, y donde se trata de denunciar uno de los mayores males y lacras del ser humano, los deseos y ansias de hacer la guerra con sus semejantes.
Los que soñamos despiertos pensamos que podrían volar flores y pensamientos hermosos en vez de órganos humanos y sangre derramada inútilmente.
Los que soñamos despiertos anhelamos la posiblidad que las armas disparen amor y palabras hermosas, en vez de balas que nos quiten nuevas posiblidades de tener sueños y hacerlos realidad.
Los que soñamos despiertos sufrimos cuando los tanques destrozan campos de margaritas en vez de ser las excavadoras las que abonen el terreno para hermosas violetas y campos soleados repletos de cadilas amapolas.
Los que soñamos despiertos nos reímos con los payasos que reparten risas y alegría, y lloramos en nuestro interior con los tiranos que reparten insultos, amenazas y ganas de hacer daño.
Los que soñamos despiertos deseamos que se condecoren a los poetas, a los artistas, a los que dicen y expresan palabras hermosas y a los que intentan aportar algo bonito a este mundo, en vez de a las gentes que matan otras gentes.
Pero sobre todas las cosas, los que soñamos despiertos queremos y pedimos encontrar a mas soñadores despiertos que intenten con todas sus fuerzas que los sueños sean realidad y que el mundo sea un lugar hermoso donde vivir. Y es que no hay nada mas hermoso que soñar un sueño de paz y luchar para que se haga realidad.
NO A LA GUERRA.
Al final del día reflexionando mientras me tumbo boca arriba en mi sofá-cama, pienso en que prefiero mil veces la telebasura que ver en los telediarios a la basura humana declarando guerras y matando a sus semejantes día sí y día también. Hoy he tenido un dulce sueño de paz estando despierto, sólo espero que ese sueño sea soñado por bastante más gente y que la guerra se convierta algún día en solo un mal sueño.
Autor: Mister Lennon, desde Strawberry Fields.
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