Barba Azul

Cuando todo el mundo está loco, estar cuerdo es una locura
Paul Samuelson

Estos días me he acordado de uno de los cuentos que leía en mi infancia, de C. Perrault, de Barba azul. Un señor poderoso que ponía a prueba la obediencia y curiosidad de sus mujeres, que terminaba degollándolas y coleccionándolas muertas en un cuarto oscuro.

Pero no sólo en los cuentos infantiles ocurrían desgracias como éstas, también en la Biblia que nos la relataban desde muy pequeña: Caín mata a Abel, Herodes mandó a matar a todos los niños menores de dos años. Salomé pide la cabeza de San Juan Bautista en una bandeja de plata…

Ahora todos los días puedes leer uno o varios relatos semejantes, y por desgracia no son cuentos, ni historias antiguas, son acontecimientos del día a día: asesinatos a mujeres, a hombres a niños.

Pero esta vez es un crimen espeluznante, un crimen que me ha hecho recordar al Barba azul, los miedos de la infancia, las humillaciones, y los amores no entendidos. Un crimen cometido esta vez por un hijo contra su madre, por un joven que al parecer llevaba enfermo muchos años, que sufría esquizofrenia, que había estado hospitalizado y que sorprendentemente ella si lo había avisado desde el año 2.001 a través de televisión. Había dicho:

-Ya no puedo más, va a pasar una desgracia en mi casa….

Y he pensado en esta madre, y en muchas más que han sido apuñaladas, arrolladas, quemadas vivas o lanzadas al vacío. En la mayoría de los casos por soportar malos tratos durante años de silencio. Pero repito, Teresa había hablado, ¿qué ocurrió entonces?

Ahora las palabras son las de su hijo:
-La he matao… ahora está callada, te quiero mucho…

Sé que una de las emociones más excitantes en la vida de una mujer es el nacimiento de un hijo, es un instante en que no hay más almas, ni personas, ni cosas, ni conciencias, y ese sentimiento perdura a través de su vida , aunque son relaciones que cambian, que algunas veces se complican, se pueden envolver incluso en desdichas. Así que si esta madre hizo un llamamiento al cielo y a la tierra, como es qué no se le escuchó, no se investigó, no se puso un remedio eficaz, qué fue lo que falló.

Porque también diariamente lees la preocupación que tiene el Gobierno y la sociedad en general por acabar con esta plaga. Se convocan talleres en los colegios, en las Universidades. Se realizan jornadas sobre la violencia contra las mujeres. El cine y el teatro se conciencian. Se crean portales informativos en internet. Se incorporan teléfonos de ayuda. Se lucha contra el lenguaje discriminatorio a través de los medios de comunicación. Se habla y se habla.
Dicen los mapuches, pueblo indígena del Sur de Chile que la ruptura con la Naturaleza, permite la entrada del mal en cada persona, es decir las malas acciones. ¿No será que estamos desconectados del Cosmos, de las fuerzas sobrenaturales, que hemos perdido nuestro camino?

Autora: Rosario Valcárcel

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante y sincera reflexion la que realiza nuestra compañera Rosario y con la que estoy bastante de acuerdo. Cuando escuche acerca de este caso el otro dia en television , no pude dar credito. Parecia como una mala pelicula de terror de serie B, pero era pasmosa y penosamente real como la vida misma.


Y es que algo debe de estar fallando desde hace mucho tiempo pera que todos los dias comamos viendo cadaveres de mujeres asesinadas por sus seres queridos, maltratos, atentados,crimenes pedofilos, videos sobre chavales haciendo las salvajadas mas variopintas, agresiones varias, y un largo y lamentable etc que ya tomamos como el pan nuestro de cada dia.

¿ Hacia donde se dirige el mundo? a este paso, al peor lugar posible, sin duda alguna.

Anónimo dijo...

Gracias Mr. Lennon, por tus palabras.
Sinceramente, me sentía desconcertada ante este artículo. Llegué a pensar que el peligro, el acoso, al que están sometidas algunas mujeres y no exagero, me remito a los hechos que ocurren día a día, no le sorprende a nadie, ni les hace refle
xionar.
Así que gracias, por compartir conmigo este extaño proceder de algunos.

Roberto Samper dijo...

Mi problema a la hora de comentar sobre este post era la propia complejidad del asunto. La tesitura moral en la que me veía.
No sería acaso hipócrita que usase este púlpito para condenar y denostar a un matricida que decapita a su víctima y pasea con su cabeza como si fuese un trofeo cuando yo mismo he sufrido tentaciones, que harían palidecer al mismísimo Simón del desierto, que me empujaban a cometer similar crimen.
Por suerte mis tendencias bipolares aún no han llegado hasta ese punto, pero supongo que si pensamos en la existencia del karma, mi apoyo a ese joven quizás se vea recompensado en caso de que algún día desfallezca y las horas que he pasado frente a la gran pantalla escuchando atentamente los consejos de Hitchcock, no fuesen suficientes para ocultar todas las pruebas.
De este modo sólo me queda desde aquí gritar: ¡valor asesino, yo te perdono y te comprendo! No te atormentes ni dejes que te hundan. Todos somos Norman.

Anónimo dijo...

¡Qué fuerte! ¡Qué fuerte! Me he quedado sin palabras. Pero añadire:
por suerte Norman Bates es un personaje ficticio, aunque basado en una asesino real...
Y afortunadamente no todas las madres van inculcandole a sus hijos que las mujeres y el sexo son cosas del demonio...
Bueno después de estas reflexiones voy a refrescarle al Sr. Roberto unos diálogos que quizás le puedan parecer interesantes dentre Norman y Marión
Norman: Sabe lo que pienso. Que todos tenemos algún problema y que pocos pueden librarse de ellos. Por mas cosas que intentemos no es posible, el problema existe siempre.
-Marion:A veces somos nosotros mismos quienes lo creamos.
Norman: Yo nací con el mío. Y ahora no me importa.

Anónimo dijo...

este blog está llegando a unos niveles de abstracción que lo hace difícilmente comprensible para las mentes torpitas como la mía