Lo que tú quieras oír, Guillermo Zapata

En muchas ocasiones hemos oído que un video es el más visto en Youtube, o en Internet en general. La mayor parte de las veces no es verdad, o simplemente se malinterpreta información o se confunden con el más exitoso de la semana, del mes, o tan sólo uno con un alto número de visitas. En este caso sin embargo, como se puede comprobar siguiendo este link, se puede afirmar sin temor a dudas que, a día de hoy, este cortometraje español es el tercero en el ranking general de Youtube de los más vistos de todos los tiempos.

Si tenemos en cuenta que los otros componentes del podio son una actuación cómica acerca de la evolución del baile y un videoclip de Avril Lavigne, podemos inferir sin temor a equivocarnos que “Lo que tú quieras oír” es el cortometraje cuya página ha sido más veces cargada de entre todos los de la mencionada web. Hago el matiz “páginas cargadas” y no descargas o visitantes o ni tan siquiera veces que ha sido visto porque muy probablemente, una de las razones por las cuáles esta, por otra parte interesante obra de Guillermo Zapata, ha tenido tanta repercusión radique en la “casualidad” de que al introducir en Google “You tube” como palabras clave la segunda entrada, con un atrayente fotograma y cuatro estrellas, es precisamente el video del que hablamos hoy.

Sin embargo, en lugar de divagar ahora acerca de la justicia o no de tan alto honor, quisiera ahorrarles ese vano debate y centrarme en lo más importante, los siete minutos y medio que dura este peculiar trabajo de uno de los guionistas de la serie “Hospital Central”.



Lo que tú quieras oír” es una historia sin pretensiones, una anécdota, casi podríamos decir un estado de ánimo llevado al cine. Filmado con cierta pericia, e interpretado de un modo convincente por Fátima Baeza, narra sin demasiado efectismo los distintos estados de ánimo tras una ruptura sentimental.

Algunos planos destacan como ese marco vacío o ese contestador automático que refleja la preocupación de nuestra protagonista. También el montaje, sobre todo el sonoro es interesante, y se debe reconocer esa habilidad, que llevo semanas reivindicando, necesaria para conseguir que un corto con el mínimo presupuesto sea capaz de sorprender o al menos comunicar algo a sus espectadores.

Este es además un ejercicio de esperanza, una mirada atrás más que una vivencia en si misma, puesto que el director no ahonda en la depresión con la dureza que cabía esperar, sino que por el contrario prefiere relatarla como si ya hubiese sido filtrada por nuestros recuerdos, reflejando más el poder de superación de la protagonista que ese hundimiento que nos hace imaginar la voz de su amiga al otro lado del agorero contestador.

Valorar la originalidad de la obra es ya un poco más difícil, a muchos les recordará a "Misterioso Asesinato en Manhattan" o simplemente la idea no les resulte netamente genuina, pero después todo, si Tarantino se ha hecho famoso, que más da que Guillermo Zapata busque también inspiración de otros al realizar su ópera prima.

Autor: Roberto Samper

3 comentarios:

Anónimo dijo...

este cortometraje es un feliz trabajo de artesanía, es inteligente, lúcido, espléndido. Ya lo había descubierto en youtube, porque está referenciado por muchos sitios. ¿Qué opinarán las feministas sobre él? Seguro que a Queen Galadriel le entusiasmará cuando lo vea. Creo que los jóvenes promotores iniciales de Arca de Sofía han conseguido un espacio juvenil, refrescante, vital, lúdico. E inteligente.

Queen Galadriel dijo...

Jajaja. Me ha gustado mucho, si. La verdad es que me ha dado una idea para mis futuros abandonos. Y esto me recuerda una frase que me dijo una vez Julieta; "nadie es imprescindible" y es que no podemos basar las relaciones en dependencia emocional.
Buena elección, yo no estoy entre esa estadística de youtube, pues no lo habia visto.
Un besito para julieta
otro para Roberto
y otro para todos los demás que son partícipes de este blog. Buen fin de semana.

Anónimo dijo...

Muy bueno.
Pero creo que a esta chica le hicieron un favor, le permitió zambullirse en otra realidad. Renovarse y entender que el amor no siempre lo controla todo.

La duración del amor no es lo más importante porque el amor no lleva un sello de caducidad, es algo intemporal.

Es una hermosa imagen de una relación que seguro que no valía la pena mantener.