No sé que nombre darle en mis Sueños, Cernuda

Al leer la semana pasada el post de Leviatán “el hombre del saco se lleva a los niños que no duermen”, uno de los hitos del paso de la niñez a la madurez de su relato me recordó una antología poética que una vez me regalaron en una librería por haberme gastado algunas perrillas con mucho esfuerzo ahorradas, en poesía: la obra de un genio del siglo de plata español, Luis Cernuda (1902-1963), otro miembro de la denominada generación del 27.

Nacido en Sevilla, este autor de profunda impronta en toda la poesía del siglo XX, como muchos de sus coetáneos se vio obligado con el avance de las tropas franquistas a huir de España hacia ambientes más liberales, pues su participación en movimientos antifascistas y su homosexualidad le hubiesen costado la vida con toda seguridad. Convertido en un continuo emigrante, vivió, además de en España, en Escocia, Inglaterra, Estados Unidos y finalmente México, donde le alcanzó la muerte.
Sin más preámbulos les recomiendo acercarse a la literatura de este andaluz y a su no menos interesante biografía y observar después la esperanza, el vitalismo y la ilusión casi pueril por darse una segunda oportunidad a sí mismo que esta composición refleja.

No sé qué nombre darle en mis sueños

Ante mi forma encontré aquella forma
en tiempo de crepúsculo,
cuando las desapariciones
confunden los colores a los ojos,
cuando el último amor
busca el cuerpo postrero.
Una angustia sin fondo aullaba entre las piedras;
hacia el aire, hombres sordos,
la cabeza olvidada,
pasaban a lo lejos como libres o muertos;
vergonzoso cortejo de fantasmas
con las cadenas rotas colgando de las manos.
La vida puso entonces una lámpara
sobre muros sangrientos;
El día ya cansado secaba tristemente
las futuras auroras, remendadas
Como harapos de rey.
La lámpara eras tú,
mis labios, mi sonrisa,
forma que hallan mis manos en todo lo que alcanzan.
Si mis ojos se cierran es para hallarte en sueños,
detrás de la cabeza,
detrás del mundo esclavizado,
en ese país perdido
que un día abandonamos sin saberlo.

Luis Cernuda, 1902-1963


Autor del post: Roberto Samper

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente poeta y buena introducción del señor Samper para adentrarse en su conocimiento. Por cierto que ha sido mejorado el diseño de este blog, y la cosa promete.