Obispo presidente

Paraguay nos queda lejos, comparado con sus poderosos vecinos es un minipaís del que apenas sabemos otra cosa que el padecimiento de dictaduras y gobiernos poco solventes. Pues bien, lo interesante de Paraguay es que un ex obispo, Fernando Lugo, ha ganado las elecciones tumbando 60 años de gobierno del Partido Colorado. Algo parecido a lo que sucedió en México, donde hace poco tiempo cayó el eterno PRI. Que un hombre de la Iglesia, vinculado a la Teología de la Liberación, haya sido capaz de triunfar en las urnas limpiamente llama la atención. Ya sabemos que la Teología de la Liberación predica la igualdad en este mundo, sin esperar al Reino de los Cielos. Como estaba vinculado a grupos de acción ciudadana, Fernando Lugo, de 56 años, dejó de decir misa en 2004 por petición del pontífice Juan Pablo II. Tras esa renuncia este hombre dijo: “Mi gran catedral a partir de hoy será todo el país”, quien añadió que le interesaba el servicio y no el poder. Ahora el Vaticano considera que su ordenación como obispo es vitalicia y tras llegar a la presidencia de su nación su caso tendrá que ser estudiado.

Según los analistas, la economía de Paraguay en absoluto va mal, sus productos de exportación –la carne y la soja- se cotizan bien en los mercados pero la pobreza y la corrupción se extienden allí de día en día. Más que nada por aquella tradición latinoamericana de entender el ejercicio de gobierno como el latrocinio de unos pocos sobre la inmensa mayoría, de este modo países con abundancia de materias primas no llegan a escalar los peldaños que les conducirían al Primer Mundo. Cierto que al problema contribuye el hecho de que en una época de globalización como ésta, América Latina no se libra de neocolonialismos ejercidos por las grandes potencias, ahoga la deuda externa. Paraguay, que nos queda tan lejos, podría ser un ejemplo a seguir en un continente dubitativo y maltrecho, donde la mala administración de los recursos hace que se mantenga la indigencia como sistema para la mayoría de la población. En este sentido, qué duda cabe que el ex obispo puede aportar cosas interesantes. Falta por saber si, de ahondar en las reformas, pudiera ser víctima de un golpe de Estado o de un asesinato por encargo como le ocurrió a monseñor Romero en El Salvador, hace ahora 28 años. Y es que a los grandes oligarcas del continente no les apetece en lo más mínimo que alguien venga a perturbar los códigos que ellos mismos han impuesto a sus conciudadanos desde la época de la independencia hasta hoy. Caciquismo y falta de planificación son los términos que más se conjugan en un continente que a trancas y barrancas intenta construir democracias donde no exista una tan abismal diferencia entre las clases sociales.

Autor: Luis León Barreto

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Desemosle mucha suerte en esta nueva etapa al Paraguay, y que vuelva a ser, como hace 120 años: el pais mas desarrollado de Amerlica. Salud!

Anónimo dijo...

Yo soy ateo y agnostico por naturaleza, y por lo tanto todo lo relacionado con la iglesia y el catolicismo me tira para atras, pero el hecho que ha destacado Leon Barreto acerca de que un ex obispo gane las eleccciones limpiamente en un pais como Paraguay, tan dado a los golpes de estado bananeros como casi todos sus compatriotas de America Latina, me parece algo reconfortante, inspirador y prometador para su Pais, mas alla de su condicion de hombre religioso.

Que ya estamos hartos de bocazas aspirantes a locutores de radio, papanatas barbudos con uniformes militares y zopencos con jerseys de punto haciendo el ganso, tirando por los suelos los nombres de sus paises y explorando al pueblo de mala manera y desaprovechando la riqueza de recusos de sus paises. Muchos dirigentes limpios, honrados y honestos es lo que hace falta en esa parte del Continente Americano. Bueno, y en la otra tambien.

Anónimo dijo...

El anonimo de antes era yo mismo, lo que pasa es que me olvide de poner el nombre o nick.

Anónimo dijo...

Muy buen reportaje tío. Ya podrían los obispos, curas y demás vividores religiosos españoles tomar ejemplo.

Ya podría la COPE, emisora de los curas y del PP, dejar de hacer política del miedo y centrarse en cuidar más su imagen.

Un saludo