La Eutanasia: El Drama de Chantal

Francia negó la demanda de Chantel Sébire, la maestra que se dirigió incluso al presidente Sarkozy pidiendo que se le conceda morir dignamente, pero al final ella tomó la decisión de salir de este mundo, tal vez ayudada por alguna mano médica amiga. De 52 años, madre de tres hijos, padecía un tumor nasal poco común que le desfiguró terriblemente el rostro y que le causaba dolores insufribles. Su mal era incurable y en verdad la fotografía de su cara era monstruosa. El Estado Francés sólo le ofrecía una posibilidad: pedir la sedación terminal, es decir entrar en un coma artificial sin comida ni agua hasta la muerte, una opción que ella rechazó porque le parecía una agonía indigna. El debate reverdece. La maestra francesa deseaba beneficiarse de un “suicidio médico asistido”, según un método que ya existe en algunos lugares. Hay pocos países que muestren tolerancia en casos similares, pero existen a las mismas puertas de Francia: Holanda, Bélgica, Suiza. Del aeropuerto de Barajas salían unos vuelos para Suiza llenos de gente mayor y de gente muy enferma que supuestamente deseaba poner fin a sus males en este mundo. La policía madrileña se mosqueó e intervino en su momento, ignoramos si los vuelos subsisten o han sido prohibidos.

Parece lógico pensar que el matrimonio entre personas del mismo sexo, la eutanasia en casos restringidos, el aborto o el divorcio-exprés han de ser incluidos entre los derechos humanos de las próximas décadas en la mayor parte de los países. La moral es algo que evoluciona con los tiempos, así hasta el siglo XIX se consideraba moral y ético tener esclavos, del mismo modo que actualmente la pena de muerte sigue siendo moral y ética en un buen puñado de países. Sea como fuere, la muerte asistida para enfermos que sufren en exceso será un tema estrella. La práctica médica prohíbe administrar sustancias letales a los enfermos, pero también es rigurosamente cierto que fueron los médicos quienes idearon la inyección letal para las ejecuciones en Estados Unidos. Habrá mucha polémica por medio, la Iglesia Católica se opondrá y la ciudadanía ha de meditar. Claro que siempre cabe el discreto viaje a Zurich o Ginebra, donde existen clínicas y personal especializado en facilitar el asunto. Todo quedaría, entonces, convertido en la típica muestra de hipocresía de la sociedad occidental que condena con la boquita grande pero permite la solución más práctica, igual que sucedió con el aborto. No olvidemos los tiempos de los charters para Londres, llenos por cierto. El caso de Chaltal es un escalón en el debate que ya inició Ramón Sampedro y aquella película Mar adentro.

Autor: Luis León Barreto

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tambien supe de este caso por la televisión, y la verdad es que ver a esta valerosa mujer luchando y pidiendo un derecho SUYO, con una dignidad, un valor y un coraje incomiables me emociono de verdad.

Ella misma lo decia, tenia un tumor incurable, le deformo el rostro terriblemente, sufria dolores insoportables que hacian que casi ni podia mantenerse en pie durante todo el día. En un momento de lucidez y descanso de los terribles ataques del tumor, grabo un video revindicando su derecho a una salida digna al mal que le habia tocado sufrir. Realmente senti una pena y una emocion sobrecogedoras al ver a esta mujer luchando por una muerte digna. Si existe la palabra heroe, esta mujer lo era en el mas amplio sentido de la palabra.

Mientras en este mundo muchas altas esferas,gobiernos e iglesia incluidos, no entiendan que cosas como la eutanasia o el aborto presentan casos y casos tan diferentes y extremos y que muchos de ellos tienen la necesidad de ser aplicados, el mundo sera un lugar peor y más injusto, sin duda alguna.

Bravo por Chantal, una de las personas más nobles y dignas que han salido por television desde hace mucho, mucho tiempo. Muchos estamos contigo y si tu denuncia y proclama sirven para algo, tu esfuerzo no ha sido en vano.


By Mister Lennon.

Anónimo dijo...

Comparto tu reflexión. La incomprensión y la soledad que ha tenido que sufrir Chantal ha sido más grave que el cáncer. Su lucha se ha convertido en una proeza heroica.
Anhelo que muy pronto tus deseos que son los míos, se hagan realidad.