Allanamiento de Morada, Mateo Gil

En 1996 se estrenaba una película de un director novel que se convirtió en poco tiempo en una de las más refrescantes creaciones del cine español. La mayor parte de los méritos fueron para el “nuevo Hitchcock” que aparecía en los créditos como guionista, director, y compositor de la banda sonora; y también sirvió de trampolín para dos actores: Eduardo Noriega y Fele Martínez.
Sin embargo ni Tesis, ni la posterior Abre los ojos, fueron únicamente escritas por Alejandro Amenábar; para ambas contó con la colaboración de Mateo Gil, un guionista y director de cine que debutaría años después con la irregular Nadie Conoce a Nadie.

Esta semana, en la sección de cortos, me gustaría que viésemos el trabajo que Mateo Gil realizaría poco después del estreno de Abre los Ojos, un corto de 16 minutos llamado Allanamiento de Morada que supone en cierto modo una contraposición al “La Última vez” de la semana pasada, pues si bien en aquél sólo se pronunciaba una frase, el registro de hoy está basado en el diálogo como motor de la acción, un cortometraje en la línea de las representaciones teatrales, donde la cámara es sólo un testigo de la situación que está teniendo lugar.
Espero que lo disfruten.



Autor: Roberto Samper