Stipe, un cantante gay

Michael Stipe, cantante del grupo REM, ha confirmado su homosexualidad hace poco. La declaración la hizo pública en la soleada ciudad de Los Angeles, y el líder de uno de los grupos musicales más importantes del final del siglo XX tomó esa decisión “para ayudar a cualquier joven ahí fuera”. Salió del armario, despejó dudas porque –según sus palabras- el hecho de que las figuras públicas traten el tema de forma abierta constituye algo positivo. Stipe, de 48 años, dijo que para él había sido “supercomplicada” la situación que vivió en la década de los 80, cuando las circunstancias eran mucho más restrictivas. No olvidemos que Estados Unidos es una sociedad fundada por puritanos ingleses, y una de sus principales contradicciones es la hipocresía social. Mantener la pena de muerte y no permitir los matrimonios homosexuales, cultivar la guerra y no luchar contra el cambio climático son cuestiones del lado perverso americano que se contraponen con su fabuloso desarrollo tecnológico y su capacidad de investigación, su sociedad multiétnica y avanzada en las costumbres, a pesar del freno que supone la América profunda y del papel que en ella ejercen las muy diversas comunidades religiosas. El dólar es el único billete del mundo que contiene la frase: “En Dios confiamos”, toda una declaración de principios. También en EE.UU. proliferan últimamente las teorías que niegan la evolución de la especie humana desde los simios, y que interpretan el Génesis al pie de la letra.



El trabajo musical del grupo es extraordinario. Temas como “Losing my religión”, “Man on the moon” y sobre todo la célebre balada “Everybody hurts” son ya inmortales. Cuando el día es largo y la noche es tu soledad, cuando estás seguro de que estás de vuelta de todo, entonces resiste. Porque todo el mundo siente dolor más de una vez. La clave está en permanecer, en tomar impulso para levantarte de nuevo. Todo el mundo sufre, todo el mundo llora. Pero aguanta, porque no estás solo. Un canto de esperanza en las desoladas calles. A estas alturas, está claro que REM es un grupo inspirado en comentar asuntos de nuestros días con docenas de baladas, canciones pops y temas rockeros; desde la melancolía a los pasajes guitarreros y oscuros, desde las letras cristalinas a las que están repletas de metáforas y de símbolos. Por cierto que “Losing my religion” no fue bien vista por la Iglesia Católica. Se trata de una canción de amor y desengaño: “Elijo mis confesiones, intentando no quitarte la vista de encima. Como un tonto herido, perdido y ciego.” A lo que íbamos: ahora, cuando todavía quedan rastros de homofobia, la declaración de Stipe es válida. Forma parte de ese lado americano que nos interesa: el del mirar hacia delante.

Autor: Luis León Barreto