"Horas tras hora, día tras día", Rosalía de Castro

Cuando se cumplen las primeras once semanas recordando poemas desde estas líneas, una mirada a los diez primeros autores homenajeados me hizo darme cuenta de que había algo de poesía norteamericana, inglesa, rusa, una muestra del genio alemán que es Brecht, algo de siglo de oro y bastante de siglo de plata y un par de obras románticas. Pero enseguida, aparte de observar lo mucho que queda por hacer, noté que hasta el momento no había hablado de ninguna poetisa.

Recalcando primero que no soy partidario de la tan de moda paridad, ya que considero que ser mujer no otorga, ni tampoco priva de ninguna cualidad y estimo que ante tan manifiesta igualdad, los criterios de selección basados en el género no deben tener lugar ni para marginar ni para integrar. Sin embargo, y quizás adelantándome a la posible réplica derivada de la realidad que muestra siglos de Historia de mujeres subyugadas a la figura masculina, creo que puede ser bonito dedicar las próximas diez entregas a creadoras de belleza que han trascendido, superando algunas de ellas las barreras sociales que en su momento y en ocasiones parece que aún hoy, tuvieron las féminas. Por supuesto que hay mucha contradicción en mi forma de actuar, pero apuesto a que si no lo hubiese señalado yo en estas líneas, nadie lo hubiese notado, pues la calidad de la obras de las próximas diez semanas confío podrá superar el listón impuesto por los diez poetas anteriores.

Sin más dilación, quisiera comenzar este ciclo con Rosalía de Castro 1837 – 1885, escritora nacida en Santiago de Compostela, España, que para muchos simbolizó la renovación moderna de la poesía y sobre todo, la consolidación de la lengua gallega en la literatura, formando parte del movimiento conocido como “O Rexurdimento”.

Su obra más importante son probablemente los “Cantares Gallegos”, aunque seguro que a la mayoría de los estudiantes les suena más “Hojas nuevas”, obra que al ser pronunciada en las clases de instituto en gallego siempre arrancaba alguna risita entre los alumnos ya que en su lengua original se llama “Follas novas”. Si no es por esas obras, al menos entre los que tienen ya más de 25 años, les deberá sonar el rostro de esta importantísima autora por ser utilizado su retrato para el reverso de los antiguos billetes de 500 pesetas.

Pero antes de dejarles con el poema de esta semana me gustaría también recomendarles un repaso a la biografía de esta escritora que hija de madre soltera y aquejada una enfermedad durante la mayor parte de su vida, realizó una labor creadora encomiable, caracterizándose su estilo por la sencillez de las formas, pureza de ideas, intimidad de la temática, libertad en la composición de las estrofas, y un cierto vitalismo a pesar de poseer algunos rasgos románticos.

Espero que esta composición sobre la fugacidad de la vida les guste tanto como a mí.


Hora tras hora, día tras día,
entre el cielo y la tierra que quedan
eternos vigías,
como torrente que se despeña,
pasa la vida.

Devolvedle a la flor su perfume
después de marchita;
de las ondas que besan la playa
y que una tras otra besándola expiran.
Recoged los rumores, las quejas,
y en planchas de bronce grabad su armonía.

Tiempos que fueron, llantos y risas,
negros tormentos, dulces mentiras,
¡ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
en dónde, alma mía?

Rosalía de Castro 1837 - 1885


Autor de la entrada: Roberto Samper

4 comentarios:

Gittana dijo...

yO ADORO LA POESÍA... NO SOY MUY BUENA, POR ESO ES QUE ADMIRO TANTO A LOS QUE LA ESCRIBEN, COMO SI ESTUVIERAN CAMBIANDO UNA PINTURA...

Roberto Samper dijo...

Si, yo también creo que es de admirar la maestría de algunos autores, pero no creas que fueron genios de la noche a la mañana, lo consiguieron en gran medida por reverenciar la obra de otros, estudiarla y practicar, jugar con las palabras hasta que poco a poco forjaron su estilo. Si te gusta la poesía yo te diría que sigas siempre intentándolo, al menos es lo que yo hago, olvidarme de que nunca seré Garcilaso de la Vega ni Pablo Neruda y jugar a serlo aunque casi nunca deje a nadie leer lo que escribo. Quién sabe, quizás Rosalía también pensaba que no estaba la altura de los grandes y hoy día es por, por derecho propio, considerada una de las mejores poetisas de la Historia de la Literatura.

Anónimo dijo...

Me parece estupendo que se le dedique a poetas como Rosalia de Castro, un recuerdo.
Creo que fue una mujer poco afortunada en su vida personal, pero también a nivel literario fue olvidada y silenciada e incluso después de muerta durante muchos años por los hombres literatos de su época.
Dicen que cantó al olvido de su tierra, al trabajo del emigrante gallego, a la emoción que se sufre en la distancia, a la soledad y sobre todo a la nostalgía.
He leído poco de esta escritora a quien no sé por qué le tengo un cariño especial. En mi libro del Séptimo cielo intercalé unos versos suyos, pero a pesar de que toca temas que podrían dejar un halo de tristeza a mí me imprime un tono cantarín, tanto en gallego como en español. Me deja una tremenda calidez. Una cercanía.
Gracias por los hermosos versos.

Anónimo dijo...

Gran poetisa y escritora, Rosalia de Castro, y aunque debo confesar que no la he leído tanto como me gustaria, su talento y sentido poético esta fuera de toda duda.


Eso si, coincido plenamente con la reflexión de Robert, el ser hombre o mujer no es condicion que te hace ser mejor o peor o tener tal virtud o defecto, es la persona, no el genero , la edad o el físico.